La mancha de Amado – 6 de noviembre 2017

Hay una banda delictiva que podríamos bautizar “La mancha de Amado”. No es un grupo musical como el que lidera Manu Quieto, su amigo y uno de sus pocos defensores. Es una asociación ilícita que con la jefatura de Amado Boudou no dejó leyes por violar. En su codicia insaciable, el primer ex vicepresidente preso por corrupción de la historia se llevó puesto a la celda a su testaferro y socio, José María Núñez Carmona.
Van a tener que explicar lo inexplicable en todas las causas: enriquecimiento ilícito, lavado de dinero sucio, coimas y rendir cuentas de las 11 empresas y sociedades en paraísos fiscales que Amado no declaró, de las cuentas en el exterior y del blanqueo de casi 2 millones de dólares que hizo Núñez Carmona y fueron a parar al bolsillo de Amado Boudou.
Hoy Boudou está preso. Ese debe ser su lugar en el mundo. Es la cosecha que merece después de su siembra de asaltos a cara descubierta. Elisa Carrió dijo apenas tres palabras que lo definen todo: “Viva la República”. Cristina, la madrina de la carrera delictiva de Boudou y Eugenio Zaffaroni, coincidieron en decir que “No hay estado de derecho en la Argentina”. Rara doctrina aquella que considera democracia solo cuando gobiernan ellos y denuncia persecución ideológica cuando se castiga a los ladrones que le robaron montañas de millones a nuestro pueblo.
La mancha de Amado salpica a medio mundo y por eso nadie quiere estar cerca.
Mientras tanto, avanza una de las causas más emblemáticas de la cleptocracia K.
Hablamos del intento de apropiación de Ciccone, la fábrica de billetes.Hay suficientes pruebas para que malandra de estado y ex ministro de Economía, sea castigado con hasta 12 años en la cárcel. La caída de Amado demostró que ya es muy poca gente la que lo ama. Esta vez en la calle no había nadie. Aturdía el silencio de la soledad. Nadie lo quiso acompañar. No había banderas de La Cámpora ni pancartas de Cristina, la que lo eligió como compañero de fórmula y dijo aquella frase histórica: “Que lindo es tener vicepresidente”. Está claro que le soltaron la mano. Hay que ser muy fanático, muy perverso o haber mojado el pancito en la sopa de la corrupción de Boudou para defenderlo públicamente como lo hacen Luis D’Elía o Víctor Hugo Morales. ¿Lo defenderá el relator del relato? Experiencia tiene: se tragó cada sapo
Hasta los kirchneristas comprendieron que este galancito descuidista, aprovechó la muerte de Néstor Kirchner para robarle el negocio sucio. Fue el ex presidente el que le encargó a Boudou el operativo. Pero una vez que falleció, Amado ni tuvo tiempo para llorar a su jefe político y aceleró los tiempos para quedarse el con el tristemente célebre apodo del “Patrón de los billetes”. En el expediente de 42 cuerpos se ve con mucha claridad como Amado le da velocidad al operativo sin esperar ni siquiera el entierro de Néstor. Tal vez pensó que la justicia iba a comprender ese dicho popular de que el que roba a un ladrón tiene 100 años de perdón.
Nuñez Carmona está hasta las manos. Atendía en el ministerio como si fuera funcionario. Pero falta que hable Alejandro Vandenbroele, testaferro que tiene unas ganas tremendas de prender el ventilador y confesar todo.
Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y Gabriela Nuñez Iñiguez son los tres jueces integrantes del Tribunal Oral Federal número 4 que se pueden convertir en próceres. Todos los martes tienen el juicio a Boudou y todos los miércoles el de Julio de Vido. Dos de los personajes más manchados por el gobierno que más cantidad y variedad de delitos cometió con la jefatura de Néstor y Cristina. Algo muy fuerte está cambiando: los dos están presos.
El estado argentino pagó, es decir que pagamos todos, en abril del 2012, la friolera de 140 millones de pesos para comprarle billetes a Ciccone. En ese momento la empresa era de los tres atorrantes que se pasaron de vivos: Amado, Nuñez Carmona y Vandenbroele.
La jefa de la Oficina Anticorrupción pidió que Ricardo Echegaray, el ex capo de la AFIP, sea procesado en esta causa donde jugó un papel decisivo.
El cancherito de las motos Harley Davidson, es un icono del típico inmoral y chantapufi que se enriqueció en el estado.
Tiene tres procesamientos más en otras causas gravísimas como la coima de casi 8 millones de pesos que cobró del pueblo pobre de Formosa.
Finalmente todo llega. La justicia tarda pero llega. La de Ciccone es una de las causas más bizarras. Casi un record mundial. Hubo cientos de casos de corrupción de estado durante el reinado K. Pero afanarse la fábrica de los billetes, es como too much diría Cristina.
Di Lello en sus 200 páginas da por acreditado que el ex vicepresidente, siendo ministro de Economía le compró el 70% de la empresa a Nicolás y Héctor Ciccone a cambio de salvarla de la quiebra a la que la había empujado el propio gobierno de Néstor.
Fue una metodología bastante utilizada durante la era de los pingüinos buitres: hostigar a una empresa o un empresario, perseguirlo con ferocidad y obligarlo a vender a precio vil.
Y disfrazarse de revolucionario para ocultar tantas manos en la lata. Pero el de Amado Boudou sigue siendo el caso más extremo. En su sobreactuación por ocultar los delitos que cometió pasó de Alsogaray a Perón y de María Julia al Che Guevara. Un ortodoxo neoliberal se convirtió en un defensor de la patria socialista. Un amante de Estados Unidos en un tardío lector de Marx. En eso también aprendió de Néstor. Utilizar los símbolos de la izquierda y los derechos humanos como escudo para ocultar sus estafas y su enriquecimiento ilícito lleno de testaferros y truchadas.
Ahora recorre los tribunales con el pelo corto y bien afeitadito para cambiar su imagen. Pero hasta hace unas semanas, producía risa y vergüenza ajena ver a Aimé con las mechas largas y desprolijas, la barba y la estética progre, como si de verdad se creyera el heredero de Lenin y Evita. Anda con Fernando Esteche y Luis D’Elía y el cree que eso limpia todo su pasado y todo su prontuario. Su discurso clasista y combativo lo transformó en un patético personaje, una caricatura trucha de Fidel Castro.
En su momento habló por radio Rebelde, la del piquetero amigo del chavismo, el castrismo y el negacionismo del holocausto de los iraníes más fanáticos. Amado no bajó de la Sierra Maestra para liberar a Cuba del dictador Fulgencio Batista. Bajó del médano 678 que tiene como domicilio en una de las malversaciones de documento público que hizo. No se internó en la Bolivia profunda para organizar la guerrilla campesina. Se fue a vivir a Puerto Madero donde fue detenido, cerca de su comandante en jefe, Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, Boudou, en la carpa de Luis D’Elía en el acampe de Plaza de Mayo exigió por la libertad de Milagro Sala, justo tres de los cristinistas que mayor imagen negativa tienen. El gobierno de Macri celebra que estos impresentables que son rechazados por las grandes mayorías sean las caras visibles de un cristinismo aislado y en franca decadencia. Como al solitario Boudou, se hace trampa a sí mismo. No dejó delito por cometer. Pero está claro que se creyó el más vivo de todos para robar. Dejó los dedos pegados en todas partes. Pero se sintió impune. ¿Se acuerda que Amado subió varias veces al escenario a tocar la guitarrita con su amigo Manu Quieto de La Mancha de Rolando? El cantante es tan obsecuente y tan agradecido por la cantidad de actuaciones que les pagó el estado, es decir nosotros y le debe tanto que dijo que Amado no es el mejor guitarrista que conoce, que le pone un 9 porque 10 son Pappo y Gustavo Ceratti? Hasta Juan Cabandié se sumó a la banda una noche de pura militancia musical. En otro recital, Amado subió con una remera que decía “Cristina Capitana”, mostrando que tiene la cara dura y la mano larga. Hoy Boudou está preso. Elisa Carrió dijo: “Viva la República”. Se vienen varios momentos complicados para el patrón de los billetes. Se viene la noche y por eso arde la ciudad.