La impunidad de Cristóbal – 19 de marzo 2018

El escandaloso fallo que liberó a Cristóbal López produjo un terremoto de indignación ciudadana. Desde el presidente de la Nación hasta el último de los argentinos expresaron su bronca de distintas maneras.
Millones de compatriotas que se rompen el lomo trabajando de sol a sol y que pagan sus impuestos religiosamente con un esfuerzo titánico y privándose muchas veces de cosas imprescindibles, tuvieron la sensación de que se burlaron de nosotros, que nos tomaron de tontos y nos mojaron la oreja.
La señal de la justicia ha sido nefasta y el fallo directamente pornográfico. La mayoría de los comentarios en el supermercado, en la cola del cine o en las redes sociales era el siguiente: yo no pago más los impuestos y si me intiman les mando una foto de Cristóbal. Eso es terrible. Fomenta la rebelión fiscal que es un delito gravísimo. Le cuento que lo más repugnante no es que hayan salido en libertad. Una prisión preventiva siempre es polémica y por eso hay que acelerar las causas y condenar de una vez a estos delincuentes. Y esperar la sentencia firme. Pero tardan años y años y favorecen a los malandras. Pero lo más terrible es el cambio de carátula y el beneficio que eso puede tener para los que estaba presos y para Ricardo Echegaray y Cristina, dos cómplices de semejante desfalco al estado.
Se lo cuento en la forma más sencilla posible. La empresa de Cristóbal y su socio Fabián de Souza, recibía el impuesto al combustible cada vez que alguien cargaba nafta en sus estaciones de servicio. Ellos solo debían actuar como agentes de retención. No es dinero de ellos. Es de todos los argentinos. Por lo tanto una vez que lo cobran lo deben transferir al estado. Ellos se quedaron con 8 mil millones de pesos. No evadieron un impuesto a las ganancias o se demoraron en pagar el monotributo. Se robaron los millones que no eran de ellos. Ese monto ahora llegó a los 17 mil millones de pesos. ¿Escuchó bien? Esto es lo más terrible: Jorge Pati Ballesteros, que salió del sanatorio en forma urgente después de una intervención quirúrgica coronaria para ir a votar y Eduardo Farah resolvieron que esto no fue una apropiación de dinero sino apenas una mera infracción fiscal. Esa mentira les abre la posibilidad de que la pena sea mucho más leve y de ingresar en una moratoria y un plan de pagos para seguir operando y los desvincula de todo delito a Echegaray y también a Cristina.
Y esto también beneficia a Cristóbal en la causa “Los Sauces”, la inmobiliaria de Cristina que solo tenía dos clientes que le pagaban alquileres muy por encima del valor de mercado: Lázaro y Cristóbal. La inmobiliaria no tenía ni sede ni empleados.
El fallo de Ballesteros-Farah tiene un párrafo para la historia del disparate judicial: dice que no hubo apropiación de dinero porque ese dinero nunca llegó a las arcas del estado. Son jueces que han sido funcionales para garantizarles impunidad a varios funcionarios kirchneristas y que ahora hablan de jubilarse. El daño que le hicieron a la justicia y a la credibilidad de los tribunales es profundo. Muchos ciudadanos están que vuelan de bronca. Algunos bajan los brazos. Otros quieren llamar a una marcha. Hubo funcionarios públicos que se comportaron en forma impecable y valiente como el fiscal Gerardo Pollicita, el juez Julián Ercolini o el titular de la AFIP, Alberto Abad. Todos ellos quedaron sepultados en el barro que este fallo tiró sobre ellos.
Es cierto que todavía queda una esperanza. Tanto Ricardo Gil Laavedra, como abogado de la AFIP, como el fiscal ante la Cámara Federal, Germán Moldes van a apelar este fallo y las cosas pueden volver a cambiar. Moldes dijo que para él hay un “sobreseimiento encubierto” para cerrar la causa lo antes posible.
Pero hoy Cristobal está libre y envalentonado. Viajó a Misiones en vuelo privado para ver a su novia Ingrid Grudke. Recibió el apoyo de otro estafador como Amado Boudou que habló de inquisición. Caradura como pocos, Cristóbal dijo que estuvo secuestrado y no preso y que no se llevó un peso, que tuvo que poner plata. ¿Cuándo pedirá que le hagamos un monumento en la puerta de los casinos? Está clarísimo que esa metodología de quedarse con los impuestos fue la forma que utilizaron en varios casos para financiarse y comprar otras empresas. Lo mismo hicieron con Vialidad nacional y los impuestos a los peajes que no le transfirieron al estado. Se compraron compañías de todo tipo, entre ellas, el grupo de medios que se puso la camiseta de Cristina y que humilló a todos los periodistas independientes y políticos disidentes que expresaron alguna crítica durante los 12 años de kirchnerato.
Hay un dato que no podemos olvidar: la doctora Elisa Carrió dijo que fue un acuerdo de impunidad. ¿Con quién fue ese pacto? Hacen falta dos para bailar ese tango corrupto. De un lado Cristóbal y del otro, ¿Quién? El poder permanente de Comodoro Py? ¿los residuos de justicia K? ¿O algún sector de este gobierno hizo algo raro? Seguramente Carrió se encargará de aclararlo.
El ministro Germán Garavano se curó en salud y dijo: “el gobierno no tiene ninguna intención de salvar a Cristóbal”.
Beto Casella, que trabajó para Cristóbal, dijo en lo de Mirtha Legrand que Es “un psicópata”.
Los cierto es que lo que hicieron una de las mayores estafas al estado están en libertad. Parece mentira que nos quieran hacer creer que Cristóbal apenas cometió una infracción fiscal. Cristóbal come tarta de manzana en Puerto Madero y levanta el dedito como si fuera un monumento a la ética.
Carlos Beraldi, es abogado de Cristóbal y dijo que este es el fin de un ciclo de “detenciones ilegales”.
Cristóbal, en los 87 días que estuvo preso, se encontró en la prisión con viejos conocidos, muchos de ellos patagónicos. Lo más terrible para él es compartir el baño y el rancho con Lázaro Báez. Siempre se quiso diferenciar de Báez. A todo el mundo le decía: “El es un testaferro de Néstor y Cristina pero yo no. El hizo una fortuna de la nada. Era un simple cajero de banco. En cambio yo, antes de los K ya era un empresario exitoso”. Eso dice Cristóbal para argumentar que no es el mismo tipo de delincuente que Báez. Se olvida de decir que antes de Néstor tenía 9 empresas y que después de Cristina llegó a tener 170 empresas. Y 360 estaciones de servicio, entre otros negocios. Y casinos, y petróleo y constructoras y medios de comunicación al servicio de la mentira, y la lista es interminable. Además Cristina no hizo diferencias entre ellos: les adjudicó las mejores áreas petroleras. La mitad para cada uno. Cristina siempre fue ecuánime.
Cristóbal era y es un pescado gordo. Un hombre poderoso. Y estuvo a punto de perder todo. Su familia, su esposa y sus hijos.
Deberían estar presos porque intentaron ocultar bienes para que no se los inhibieran y obstaculizar la investigación vendiendo parte de su patrimonio que tenían prohibido vender.
Solo en el 2015, Cristóbal facturó 25 mil millones de pesos al gobierno cristinista. Son fortunas colosales que no están al alcance de los mortales.
Ojalá que haya juicio, castigo y condena para los culpables de semejante estafa y escándalo.
Son cifras estratosféricas. Con los 17 mil millones que Cristóbal y sus cómplices se quedaron se podrían haber construido 26 hospitales maternos infantiles de alta complejidad como el que Cristina anunció para Río Gallegos.
El hombre quintuplicó los tragamonedas. Pasó de tener 2.934 a 15.758 maquinitas y Néstor, le amplió la concesión en el hipódromo de Palermo hasta 2032.
¿Después los militontos dicen que Macri gobierna para los ricos. Cristina gobernó para tres familias acaudaladas, entre otras, los Kirchner, los López y los Báez. Se la llevaron en pala mecánica. No les alcanza la vida para contar el dinero que se robaron.
Es tanta la promiscuidad con los Kirchner que Romina Mercado la hija de Alicia trabaja con Cristóbal igual que el Bochi Sanfelice, el socio de Máximo en la inmobiliaria. El hotel Alto Calafate le facturó habitaciones a la empresa Casino de Cristóbal, el hotel de Cristóbal, nunca mejor llamado “El Retorno”, le transfirió dinero a Alto Calafate, uno de la cadena de 4 hoteles de los Kirchner.
Ladriprogresismo en estado puro. Escudo de la mega corrupción de estado de más de 12 años. Si no hay juicio, castigo y condena habrá impunidad y nunca podremos decir: Nunca Más.