Boudou preso – 7 de agosto 2018

Esta es una noticia de alto impacto institucional: Amado Boudou está preso. Hace exactamente dos horas y media que el tribunal dispuso su inmediata detención luego de condenarlo a 5 años y 10 meses de prisión por coimero en el caso Ciccone. La justicia también dispuso aplicarle una multa de 100 mil pesos e inhabilitarlo en forma perpetua para ejercer cargos públicos. La sentencia también castigó con la cárcel a su cómplice José María Nuñez Carmona y a Nicolás Ciccone a prisión domiciliaria. Alejandro Vandenbruele quedó en libertad ya que fue condenado a dos años en suspenso. Así terminó el emblemático juicio contra el ex vicepresidente de Cristina Fernández.
Hoy es un día glorioso para la justicia y la ética argentina y un día negro para el ex vicepresidente de la Nación, Amado Boudou. Está entre rejas y nunca más podrá ser ni consejal siquiera.
Hace 5 meses, el alegato de la Oficina Anticorrupción fue demoledor por la cantidad y la calidad de las pruebas y los indicios aportados. Este malandra de estado estuvo sentado en el banquillo de los acusados por una de las causas más emblemáticas de la cleptocracia K.
Hablamos del intento de apropiación de Ciccone, la fábrica de billetes. El atorrante que se disfraza de revolucionario hoy dijo que esto era “una revancha de clase y una venganza del neoliberalismo”, como si él fuera un dirigente proletario.
Fue condenado por cohecho pasivo ( coimas, como dice la popular) y por negociaciones incompatibles con la función pública.
Esta vez en la calle no había nadie. Aturdía el silencio de la soledad. Nadie lo quiso acompañar. No había banderas de La Cámpora ni pancartas de Cristina, que no emitió ni un tuit en su apoyo ni le dijo Machirulo a nadie. Está claro que le soltaron la mano. Porque saben que fue condenado con todas las de la ley. Hay montañas de pruebas e indicios que confirmaron su culpabilidad y porque, además, aprovechó la muerte de Néstor Kirchner para robarle el negocio sucio. Fue el ex presidente el que le encargó a Boudou el operativo. Pero una vez que falleció, Amado ni tuvo tiempo para llorar a su jefe político y aceleró los tiempos para quedarse el con el tristemente célebre apodo del “Patrón de los billetes”. En el expediente se ve con mucha claridad como Amado le da velocidad al operativo sin esperar ni siquiera el entierro de Néstor. Tal vez pensó que la justicia iba a comprender ese dicho popular que dice “el que roba a un ladrón tiene 100 años de perdón”.
Boudou finalmente se llevó puesto también a José María Nuñez Carmona, su íntimo amigo que atendía en el ministerio como si fuera funcionario y al que le dieron 5 años y 6 meses de prisión.
Alejandro Vandenbroele, zafó porque confirmó muchos datos como arrepentido. Prendió el ventilador y confesó casi todo.
Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y Gabriela Iñiguez son los tres jueces integrantes del Tribunal Oral Federal número 4 que pasaron a la historia.
El estado argentino pagó, es decir que pagamos todos, en abril del 2012, la friolera de 140 millones de pesos para comprarle billetes a Ciccone. En ese momento la empresa era de los tres atorrantes que se pasaron de vivos: Amado, Nuñez Carmona y Vandenbroele.
Seguramente en un juicio aparte aparecerá otro pescado gordo como el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray que jugó un rol clave en la asociación ilícita que armó el negociado.
El cancherito de las motos Harley Davidson, es un icono del típico inmoral y chantapufi que se enriqueció en el estado. De hecho tiene otra causa muy grave por eso que está a cargo de Ariel Lijo y que involucra a parte de su familia y a su ex novia, Agustina Kampfer. Tiene varios procesamientos más en otras causas gravísimas como la coima de casi 8 millones de pesos que cobró del pueblo pobre de Formosa.
Finalmente todo llega. La justicia tarda pero llega. Un violador serial de leyes como Amado Boudou no tiene otro lugar que la prisión. Tal vez se encuentre nuevamente en el calabozo con varios viejos conocidos: Lázaro Báez, Jaime, José López, Cesar Milani y sigue la lista.
La de Ciccone es una de las causas más bizarras. Casi un record mundial. Hubo cientos de casos de corrupción de estado durante el reinado K. Pero afanarse la fábrica de los billetes, es como too much diría Cristina.
El ex vicepresidente, siendo ministro de Economía le compró el 70% de la empresa a Nicolás y Héctor Ciccone a cambio de salvarla de la quiebra a la que la había empujado el propio gobierno de Néstor. Una metodología bastante utilizada durante la era de los pingüinos buitres. Hostigar a una empresa o un empresario, perseguirlo con ferocidad y obligarlo a vender a precio vil.
Los 12 años de mayor corrupción de la historia democrática argentina tuvieron algunas aristas tragicómicas. Mutaciones impensadas.
Pero el de Amado Boudou sigue siendo el caso más extremo. Es bizarro e inédito en el mundo lo que pasó con los 600 mil dólares que se aportaron al principio. Cuando Cristina estatizó Ciccone para ocultar la salvajada que habían hecho, nadie se presentó a reclamar esos 600 mil dólares. Era dinero tan sucio que prefirieron perderlo que recuperarlo.
Boudou, en su sobreactuación por ocultar los delitos que cometió pasó de Alsogaray a Perón y de María Julia al Che Guevara. Un ortodoxo neoliberal se convirtió en un defensor de la patria socialista. Un amante de Estados Unidos en un tardío lector de Marx. En eso también aprendió de Néstor. Utilizar los símbolos de la izquierda y los derechos humanos como escudo para ocultar sus estafas y su enriquecimiento ilícito lleno de testaferros y truchadas. Durante un largo tiempo,
producía risa y vergüenza ajena ver a Aimé con las mechas largas y desprolijas, la barba y la estética progre, como si de verdad se creyera el heredero de Lenin y Evita. Comparte militancia y compartió la cárcel con Fernando Esteche y Luis D’Elía y el cree que eso limpia todo su pasado y todo su prontuario. Su discurso clasista y combativo lo transformó en un patético personaje, una caricatura trucha de Fidel Castro.
En su momento habló por radio Rebelde, la del piquetero amigo del chavismo, el castrismo y el negacionismo del holocausto de los iraníes más fanáticos. Amado no bajó de la Sierra Maestra para liberar a Cuba del dictador Fulgencio Batista. Bajó del médano 678 que tiene como domicilio en una de las malversaciones de documento público que hizo. No se internó en la Bolivia profunda para organizar la guerrilla campesina. Se fue a vivir a Puerto Madero, cerca de su comandante en jefe, Cristina Fernández de Kirchner. El gobierno de Macri celebra que estos impresentables que son rechazados por las grandes mayorías sean las caras visibles del cristinismo. Como al solitario Boudou, se hace trampa a sí mismo. No dejó delito por cometer. Pero está claro que se creyó el más vivo de todos para robar. Dejó los dedos pegados en todas partes. Pero se sintió impune. No hay una sola voz de peso en el peronismo o en el kirchnerismo que se levante para defenderlo. Veremos que hace Víctor Hugo Morales que fue citado por Boudou como testigo. ¿Lo defenderá el relator del relato? Experiencia tiene: se tragó cada sapo. ¿Se acuerda que Amado subió varias veces al escenario a tocar la guitarrita con su amigo Manu Quieto de La Mancha de Rolando? El cantante es tan obsecuente y tan agradecido por la cantidad de actuaciones que les pagó el estado, es decir nosotros y le debe tanto que dijo que Amado no es el mejor guitarrista que conoce, que le pone un 9 porque 10 son Pappo y Gustavo Ceratti? Hasta Juan Cabandié se sumó a la banda una noche de pura militancia musical. En otro recital, Amado subió con una remera que decía “Cristina Capitana”, mostrando que tiene la cara dura y la mano larga.
Hoy empieza otra historia para Boudou. Más tumbera y menos glamorosa. Se vino la noche para el patrón de los billetes ajenos. Y por eso Arde La Ciudad.