Macri contra la oligarquía sindical – 16 de julio 2019

Según el diccionario de la Real Academia, “oligarquía”, es un grupo minoritario y privilegiado que ejerce el poder en determinada circunstancia y lugar.
Para mí, la oligarquía sindical es una casta de dirigentes que están atornillados al poder desde hace años y lo abusan de manera autoritaria y corrupta. Generalmente ganan las elecciones con lista única y son cómplices de muchos patrones para evitar que haya representaciones genuinas e independientes entre los delegados y viven como verdaderos magnates berlusconianos, producto de altísimos niveles de corrupción y de la utilización de los fondos de los trabajadores.
La oligarquía sindical le declaró la guerra a Mauricio Macri y el presidente aceptó el desafío. Hay tres dirigentes gremiales que para el gobierno conforman “el eje del mal”. Hugo Moyano, Sergio Palazzo y Pablo Biró son tres figuras claves que trabajan para el regreso de Cristina y tienen gremios con mucho dinero y gran capacidad de daño.
El camionero puede bloquear plantas industriales y supermercados como ya lo hizo y paralizar el transporte de mercaderías, nafta, basura e incluso de dinero.
El bancario ya demostró que está en condiciones de fogonear una medida de fuerza que, por ejemplo, evite que se paguen los haberes a los jubilados y que se realicen transacciones comerciales.
El aeronáutico con un par de gritos puede hacer colapsar los aeropuertos de todo el país y dejar a todos los aviones en tierra lo que produce un descalabro económico de graves consecuencias y un mal humor social de grandes dimensiones..
Los tres, Moyano, Palazzo y Biró comparten actitudes patoteras y autoritarias y tienen una pésima imagen entre los ciudadanos con excepción de los afiliados a sus gremios.
Moyano es el líder máximo y el principal obstáculo que tiene el gobierno para generar una reforma laboral que modernice y haga más competitivas a las empresas argentinas. Pero también es el más expuesto a las investigaciones en la justicia producto del enriquecimiento colosal de su familia y de los negociados que hizo en su sindicato y en el Club Independiente. Moyano y su hijo Pablo (a) “El salvaje”, son los que más cerca de la cárcel están. Los jueces le tienen pánico, pero un nuevo triunfo de Mauricio Macri aceleraría los expedientes y podrían terminar entre rejas. Por eso Moyano, es el que está más nervioso y el que se maneja con metodología más mafiosa. Dice que sería un honor que un gobierno gorila como este lo meta preso. Dime de lo que alardeas y te diré de lo que careces. Se victimiza e incluso dice que está dispuesto a dar la vida.
El presidente Mauricio Macri y su gobierno resolvieron aceptar el desafío y recoger el guante. Por dos motivos fundamentales. Primero, porque están convencido de que si logran la reelección, deberán ganar esta, que es la madre de todas las batallas y segundo porque iluminan a los cristinistas que menos votos y más rechazo tienen entres los ciudadanos independientes. Moyano es el enemigo ideal para estas elecciones. Ellos dicen que es un impresentable que piantavotos.
El cuerpo de delegados del SOMU (Sindicato Obrero Marítimos Unidos) expulsó a Omar Suarez (a) “ El Caballo”, un verdadero delincuente que robó fortunas, utilizó armas para intimidar a los trabajadores, que tenía una insólita relación estrecha con el Papa Francisco y hasta una radio con su nombre y que fue a parar un calabozo. También fue un cómplice para todas las barbaridades que hizo Guillermo Moreno, sobre todo en Angola y produjo la confesión de Cristina de que lo quiere mucho. ¿Se acuerda?
Durante la administración de Mauricio Macri se intervinieron 23 sindicatos, entre ellos el del Caballo Suárez, se detuvo a otro violento extorsionador del mundo de los albañiles llamado Pata Medina. Un energúmeno de armas llevar, de darle palizas a la gente y de apretar a empresarios de la construcción. De hecho, hasta Gerardo Martínez, el jefe de la UOCRA nacional estaba enfrentado con él por su voracidad por el dinero y los atropellos agresivos. La edificación en La Plata y zona de influencias estaba paralizada porque nadie quería entrar en el territorio donde el jefe máximo era semejante pistolero. Una vez que el Pata Medina fue preso, la construcción se puso en marcha y los costos bajaron entre el 20 y el 40%. Eran las coimas y los sobreprecios. Pablo Moyano apoya al Pata. Tienen la misma impronta agresiva de resolver todo a las patadas o a los tiros.
En la entrevista con Marcelo Longobardi, el presidente Macri también apuntó con nombre y apellido, cosa que es infrecuente, contra Sergio Palazzo y Pablo Biró. Al titular de la bancaria le dijo “prepotente” y sobre el piloto que cobra 400 mil pesos por mes planteó que le debería dar vergüenza que más del 90% de los que no viajan en avión le tienen que pagar los privilegios y bancar la pérdida de Aerolíneas Argentinas que es de 2 mil millones de pesos por mes.
Sergio Palazzo quiere sumar a su gremio los trabajadores de Mercado Pago que es una de las empresas de Mercado Libre de Marcos Galperín y por eso dijo que por las buenas o por las malas iba en ese camino. Galperín levantó desde la nada una compañía monumental que tiene un valor de 30 mil millones de dólares. Son las denominadas “unicornios”. Es la empresa argentina más valiosa y está inserta en el futuro de los tremendos avances tecnológicos. Galperín utilizó esfuerzo pero mucha innovación y creatividad. En cualquier país del mundo lo pondrían como ejemplo a imitar y lo convertirían en un verdadero héroe del desarrollo nacional. Acá muchos empresarios prebendarios lo miran con sospecha y algo de envidia y un dirigente sindical se aferra al pasado y trata de llevar agua para su molino. Son visiones chiquitas de un país que no termina de morir y que necesita grandeza para terminar de nacer.
Pero lo más jurásico en términos institucionales, la actitud más grosera y antidemocrática fue la de Pablo Biró en un congreso de delegados que puso colorado a medio mundo. Nadie podía creer su mal gusto a la hora de las metáforas ni la propuesta golpista de voltear a un gobierno democrático.
La guerra está desatada. Moyano, Palazzo y Biró son la brigada que Cristina utiliza para esmerilar y desestabilizar al gobierno de Mauricio Macri. El presidente los subió al ring porque cree que le conviene en términos electorales.
Esto tiene un deja vu con el 83 y la campaña de Raúl Alfonsín. Salvando las distancias, el ex presidente radical aumentó su intención de votos el día que denunció “el pacto sindical militar” que la mayoría de los argentinos repudiaba. Burócratas de los gremios en complicidad con los terroristas de estado. Hoy no es tan grave la cosa porque no hay genocidas asociados a los gremios. Hoy sería el “Pacto sindical- cristinista”.
Y la respuesta de los millonarios jerarcas es bastante similar. A Alfonsín lo acusaron de ser el candidato de la Coca Cola. ¿Se acuerda? Era como asociarlo a un símbolo del imperialismo norteamericano. Esa era su intención que no pudo evitar el triunfo arrasador de Alfonsín. Hoy acusan a Macri de ser el candidato de Donald Trump y el FMI. Lo dicen los integrantes del “eje del mal” y también Alberto Fernández.
Moyano además le dijo de todo a Macri. No se detiene ni ante la investidura. “Este señor no está en condiciones de gobernar, no debe saber lo que es trabajar, es un niño bien al que no le gusta que lo contradigan y le pido que deje de hacer estupideces y gansadas”, son solo algunas de las definiciones del jefe de los camioneros y del clan.
La intolerancia y la acción directa potencian las peores actitudes y amenazas.
De todos modos, lo más preocupante es llegar a la utilización de armas de fuego y a resolver los conflictos naturales de la política a los balazos. Es lo que pasó en Chubut con el cierre de listas. Cristina designó como primer candidato a diputado a un muchacho de La Cámpora y Hugo Moyano impulsó a Jorge Taboada, uno de sus hombres más cercanos en el gremio. ¿Cómo se resolvió la discusión? Ganó La Cámpora y Cristina pero antes hubo heridos, destrozos y descontrol en la sede del Partido Justicialista de Rawson.
La violencia se espiraliza demasiado rápido. Se sabe cómo comienza pero no cuando termina. Un ultra kirchnerista incendió el auto del jefe del Pro de Entre Rios e intendente de Basavilbaso.
Dijo anoche Patricia Bullrich que Juan Grabois le rompió el brazo a un policía y programa para mañana colapsar la ciudad con ollas populares en todas las plazas y próximamente la marcha de San Cayetano que los asoció al Papa Francisco y los hizo más conocidos.
Pero lo más grave son las maniobras que están haciendo Eduardo Duhalde y el suspendido juez Luis Carzoglio para salvar a Pablo Moyano de ir preso. El violento sindicalista y el Carzoglio se habían puesto de acuerdo en una prolongada reunión donde corrió el champagna que ellos llaman “champusardo”. Allí pactaron la impunidad.
Hoy Carzoglio, una suerte de Oyarbide que produce vergüenza ajena, y que es bancado por la corporación peronista bonaerense, ya no está y el nuevo juez tal vez acepte mañana a Pablo Bebote Alvarez como arrepentido. El ex jefe de la barra brava denunció y va a ampliar sus declaraciones que acusan a Pablo Moyano de ser el jefe de esa asociación ilícita destinada a estafar los socios del rojo y a corromper a los hinchas más violentos. Al parecer, una computadora que fue secuestrada en los allanamientos que la justicia hizo en el gremio de camioneros, contenía información que respalda todo lo dicho por Bebote Alvarez. Veremos. Si asi fuera, Moyano hijo podría ir preso y la madre de todas las batallas entraría en una fase explosiva.
El 27 de octubre no solo hay que elegir entre Cristina y Macri. También hay que elegir entre la oligarquía de millonarios como Cristina o la oligarquía sindical, también de millonarios como la de los Moyano. El pueblo tiene la palabra. Y la llave del futuro.