Alperovich, denunciado por violador – 25 de noviembre 2019

Hoy es el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Y hoy, el caso más escandaloso, es la gravísima denuncia penal contra José Alperovich que hizo su sobrina de 29 años. No hay antecedentes de una acusación de semejante magnitud contra uno de los políticos con mayor poder de la Argentina. Alperovich gobernó con mano de hierro Tucumán durante tres períodos, es decir por 12 años seguidos, hoy es senador nacional con mandato hasta el 2011, y es uno de los dirigentes de mayor confianza de Cristina Fernández de Kirchner. No es un perejil. No es un legislador del montón. Estamos hablando de alguien que colonizó la justicia, doblegó a varios medios de comunicación y perpetró un nepotismo pocas veces visto. Sembró el estado con sus parientes. Mientras fue el jefe de Tucumán multiplicó su fortuna varias veces sin poder explicarlo con claridad. De la concesionaria de autos pasó a las empresas constructoras, inmobiliarias, financieras, campos con ganado y soja y exportación de cítricos. Usó el avión sanitario provincial para temas personales.
Por eso lo podemos ubicar dentro de la categoría del “ladri feudalismo K”. Por algo, un sector amplio de los tucumanos lo bautizó como “El Zar”. El rechazo que provoca su figura lo llevó a salir cuarto en las últimas elecciones, detrás de Ricardo Bussi, el hijo del temible genocida.
Todo esto le da una potencia inédita a las acusaciones que hizo su sobrina mediante una carta que publicó La Gaceta y con dos presentaciones ante la justicia tucumana y la porteña. Es que las violaciones se produjeron en ambos distritos: en el departamento de Puerto Madero de Alperovich y en una casa que utilizó como sede de campaña en la capital tucumana.
No se puede revelar la identidad de la denunciante pero Alperovich, en otra muestra de impunidad canallesca, lo hizo a través de las redes porque está de vacaciones en Miami. Nosotros la llamaremos simplemente Florencia.
Le pido a los oyentes que si hay chicos que están escuchando los alejan de la radio porque quiero relatar con toda la crudeza necesaria lo que Florencia dice que le hizo su tío segundo. Hoy declaró tres horas ante la fiscal María del Carmen Reuter que fue designada por Alperovich como muchos de los integrantes del poder judicial tucumano. En los próximos días va a declarar ante el fiscal porteño Santiago Vismara.
Florencia era asistente personal de Alperovich que designó como abogado a Mariano Cúneo Libarona. En un fragmento de su texto, Florencia dice: “No quería que me besara. Lo hacía igual. No quería que me manoseara. Lo hacía igual. No quería que me penetrara. Lo hacía igual.”. Lo trata de monstruo y da detalles de cómo la violó en forma reiterada durante un año y medio. “El avasallamiento fue demoledor. Nunca lloré tanto en mi vida”, escribió la chica.
Un par de hijos de Alperovich salieron a defenderlo en las redes, prácticamente, con el mismo texto. Alperovich declaró que todo eran mentiras y que por eso no iba a tomar licencia en la Cámara Alta. Que él había denunciado a Florencia por amenazas aunque no las ratificó en la justicia y que se trata de “chantajeadas”, un neologismo que seguramente junta chantada con chantaje. En otra parte, Alperovich revela que Florencia es amiga de su hija Sarita y que solían ir juntas al gimnasio.
Una cosa que llama mucho la atención es el silencio de su polémica esposa, la zarina Beatriz Rojkés. Ella no lo acompañó a Estados Unidos y bajó su perfil político desde que confirmó su salvajismo inhumano frente a un humilde tucumano que le reclamaba maquinaria para solucionar un tema de inundaciones en su barrio. La Zarina le dijo textualmente: “Pedazo de animal, vago de mierda, yo tengo diez mansiones”.
Hay que ver que actitud toma el Senado de la Nación. Muchos legisladores están reclamando el desafuero de Alperovich o que pida licencia mientras el caso esté en plena investigación. Otros como el abogado Gustavo Morales están exigiendo que se le quite la banca por “inhabilidad moral”. Veremos cuál actitud toma con el Machirulo el bloque que responde a Cristina. ¿Lo van a proteger o le van a exigir que explique todo ante la justicia? Por lo pronto ya hubo tres buenas reacciones. La senadora Norma Duranga de La Pampa y los diputados Felipe Solá y Leonardo Grosso exigieron que Alperovich pida licencia.”Callarnos, sería volvernos cómplices”, aseguró Grosso. Y tiene razón
Alperovich tiene algunos antecedentes nefastos en su relación con las mujeres. Durante una entrevista con la periodista Carolina Servetto, se comportó agresivo, desafiante y en forma misógina. Le dijo: “Esta chica me encanta, es el perfil que a mí, me gusta. Sos una preciosura”. Eso fue en vivo, en pleno reportaje. Y ante la incomodidad y el enojo de la periodista, expresó: “No te sale ponerte en mala. No te sale, sabés. A mí, vos me haces acordar a mi señora”.
También tuvieron mucha cobertura mediática los rumores de una relación del Zar con Mariela Mirra, una joven que había ganado el reality Gran Hermano en el 2008. Le había dado un empleo pagado por el estado provincial pero cuando estalló el conflicto, intervino la Zarina y lo trató de abuelito a Alperovich y Mariela dejó de trabajar para Tucumán.
Hay que decir que el senador también tiene que ir a declarar a tribunales acusado de encubrimiento por el asesinato de la joven estudiante de periodismo Paulina Lebbos. La lucha incansable de Alberto, su padre siempre puso bajo la lupa a la familia Alperovich.
Florencia, la chica que denunció al ex gobernador tiene custodia policial porque tiene miedo que la maten y fue relevada de concurrir al senado donde estaba colaborando con Beatriz Mirkin, que ocupa la otra banca de Tucumán y es pariente de Alperovich.
La justicia tiene que actuar con gran velocidad. Es muy grave la denuncia y es muy poderoso el denunciado. Tal vez con una pericia sicológica de Florencia se pueda avanzar rápidamente.
Porque según datos de la Defensoría del Pueblo de la Nación, cada semana es asesinada una chica menor de 18 años. Está en la tapa de Clarín. En 10 meses se registraron 229 femicidios. Una de cada tres mujeres en el mundo sufrió violencia sexual. Eso es imperdonable. Porque el odio se traduce en asesinados, muchas veces perpetrado por su actual o ex pareja, o en el propio domicilio compartido. Y la ferocidad hace que sean apuñaladas, estranguladas, degolladas, descuartizadas, quemadas, torturadas, arrojadas al vacío envenenadas y que este año 122 hijos se hayan quedado sin madre.
Según lo ONG, “La Casa del Encuentro” en estos últimos 11 años hubo 3 mil femicidios. Ada Rico, su titular, en relación a José Alperovich fue breve pero letal: “Abusador de privilegios y poder para lograr impunidad. El patriarcado, expresándose”.
Hoy hay varias marchas y actividades de protestas. Empiezan los 16 días de activismo contra la violencia de género. Empalman con el 10 de diciembre que el día de los derechos humanos. Muchos sectores hiper ideologizados que utilizan partidariamente estos reclamos cometen el error de pedir por la libertad de Milagro Sala que, en todos los expedientes, figura como golpeadora brutal de mujeres. A muchas las redujo a la servidumbre y les pegaba latigazos y cachetazos. No es el mejor ejemplo de lucha contra la violencia contra la mujer. Igual que Evo Morales que dijo que soñaba con un retiro tranquilo junto a su “charango, su coca y una quinceañera”.
Hay que combatir a todos los golpeadores y violadores sin que importe la camiseta partidaria. Un par de muchachos de La Cámpora fueron acusados y la agrupación hizo todo para ocultar el tema, Lucas Carrasco fue condenado antes de morir a 9 años de prisión por violación, un profesor universitario ex integrante de 678 también fue señalado por varias alumnas y militantes K.
Ojalá el caso de Alperovich no corra la misma suerte y no traten de esconderlo bajo un manto de silencio.
Las consignas son claras.
Ni una menos. Ni una violada más.
Ni un violador más.
A ellas, vivas las queremos.
A ellos, presos los queremos.