Zannini, de monje negro a verdugo – 5 de julio 2021

Como el virus, Carlos Zannini fue
mutando. Pasó de ser el alter ego y el monje negro de Cristina, a convertirse en el verdugo ejecutor de sus órdenes. La nueva cepa del Chino Zannini se puede explicar con sus últimas actuaciones. Nadie se había atrevido a humillar a los familiares de la AMIA como él lo hizo. Fue el que le dio apoyo a los usurpadores violentos de la Patagonia que se auto perciben como mapuches. Es el encargado de perseguir al ex presidente Mauricio Macri y sus hijos y el ideólogo del giro hacia las relaciones carnales con los países que más violan los derechos humanos y el que está diseñando un traje a medida para que la caja millonaria de la Hidrovía quede en manos de una empresa china y de Gerardo Ferreyra, dueño de Electroingeniería y ex compañero de Zannini en las cárceles de la dictadura.
Todas estas movidas tienen el sello de Cristina. Sobre ella, Zannini dijo esa frase tan castrense como castrista: “A ella no se le habla, se la escucha”. Semejante nivel de sumisión lo convirtió en Procurador del Tesoro, es decir en el jefe de todos los abogados del estado y en el principal guarda espaldas legal de Cristina. Ahora es el principal operador de Cristina en la justicia junto al ex jefe de contra inteligencia, Juan Martín Mena.
El mismo que hoy dijo que la carta de Macri por el tema del Correo era algo “típico de un mafioso de poca monta”.
Son los encargados de apretar a los jueces, tal como la misma Cristina le ordenó a Parrilli en una escucha telefónica inolvidable que desnudó ese mecanismo perverso y delictivo.
Se siente tan impune que con semejante cargo institucional, insultó a las personas que perdieron a sus seres queridos en el atentado terrorista de la AMIA cuando dijo que “le temen a la verdad”. Todo para criticar el intento de apartar a los jueces que están a cargo del juicio que más preocupa a Cristina: el del encubrimiento a los terroristas iraníes que dinamitaron la sede de la mutual judía. Dentro de dos semanas se cumplen 27 años de ese asesinato masivo de 85 personas y 27 años de impunidad absoluta. Y Zannini fue capaz de ofender a los familiares con algo tan perverso y tenebroso que jamás dijo de los asesinos.
En pleno ejercicio de su cargo y de sus facultades mentales, Zannini ordenó abandonar la querella del estado contra la toma de tierras en Villa Mascardi. Otra vez les pegó un cachetazo a las víctimas del delito y se abrazó a los victimarios. Desistir de las acciones legales contra estos grupos autoritarios que no reconocen al estado ni a la justicia argentina, es un respaldo a delincuentes que se apropiaron ilegalmente de un predio de 30 hectáreas que nos pertenecen a todos nosotros. La señal de apoyo a quienes ocupan propiedades, atacan con palos, piedras y golpes, incendian cabañas y herramientas, es de extrema gravedad institucional. El jefe de los abogados del estado debe defender a los ciudadanos decentes y condenar a los que violan la ley. Zannini hizo todo lo contrario.
El ex presidente Mauricio Macri en una carta pública denunció la “persecución y venganza” a la que se siente sometido en la causa por el Correo Argentino al que esta tarde le decretaron la quiebra. Macri aseguró que Zannini es el jefe del hostigamiento que intenta castigarlo a él y a sus hijos que son accionistas de esa empresa. No hay antecedentes de que se haya ofrecido pagar el 100% de la deuda y que una autoridad se haya negado a aceptar, como Zannini se negó. Eso demuestra que su intención y la de la fiscal Gabriela Boquín no es hacer justicia. Solo les interesa quebrar la empresa y quebrar la voluntad de Macri con el intento de encarcelarlo a él y a sus hijos. La parcialidad militante es tan evidente que se puede ver en el trato que recibió la causa de Oil Combustibles de Cristóbal López donde se hizo todo para favorecerlo. “Nos quieren llevar a Argenzuela”, pronosticó Macri quien asegura que esto perjudica a los acreedores que quieren cobrar la deuda y al estado argentino.
Lo de la Hidrovía, ya lo hemos comentado. El primer paso fue dado con la estatización de la caja registradora por un año. Pero el objetivo final, es que con una licitación amañada, se haga cargo un grupo empresario de dragado de origen chino en sociedad o complicidad con, Gerardo Ferreyra, uno de los empresarios más confiables de Cristina y Zannini. Compañeros de detención en Córdoba, no compartieron el lugar de militancia. Mientras Zannini pertenecía a la Vanguardia Comunista que tributaba a la experiencia maoísta de Albania, Ferreyra había integrado las tropas del Ejército Revolucionario del Pueblo.
Ambos volvieron a la cárcel en democracia y hace poco. Zannini por la misma causa de encubrimiento a los terroristas iraníes y Ferrerya por las coimas de los cuadernos de Centeno.
Zannini siempre fue partícipe necesario en las movidas más radicalizadas y nefastas de Cristina. Por eso, se ganó el mote de monje negro. Por su perfil bajo, casi de clandestinidad. Pero ahora salió del placard y tripula personalmente las operaciones.
Provocó la indignación y el repudio de gran parte de los ciudadanos cuando se supo que fue uno de los traficantes de vacunas. Se inoculó él y su esposa mucho antes de lo que le correspondía. Eso solo ya lo descalifica éticamente. Pero fue mucho más allá. Malversó y tergiversó un documento público y una declaración jurada porque justificó ese delito con la mentira de que ambos eran personal esencial de salud.
Pero como si esto fuera poco, no solamente no se arrepintió. Todo lo contrario, dijo que solo estaba arrepentido de no haberse sacado una foto y en el colmo de la superioridad moral que se siente, le recomendó a otro traficante de vacunas, Horacio Verbitsky que no sintiera culpa. Hablan de socialismo e igualdad pero son elitistas y burócratas como los fascistas. Discriminan groseramente entre los tontos ciudadanos comunes que somos todos nosotros y los brillantes conductores que son todos ellos.
Lo dijo, muy suelto de cuerpo, en el canal de Cristóbal López conocido como Cristina 5 Néstor. Ellos son personalidades y tienen que vacunarse antes que los médicos y enfermeros o nuestros padres o abuelos. Hay que ser un fanático insensible para pensar y decir eso.
Mariana Zúvic, lo explicó: “sienten que pertenecen a una casta privilegiada que tiene el derecho de apropiarse de los bienes del estado”, ya sean vacunas o el dinero de todos. Se roban todo. Ellos deciden cual es la vida que vale más y cual vale menos. Según su convicción, todos somos iguales ante Dios y ante la ley, menos ante Zannini. El decide quien se salva y quien se muere
Zannini, el flamante verdugo, es, sobre todo el que diseñó el plan sistemático para la impunidad de Cristina y del Cártel de los Pingüinos y la venganza contra los jueces y periodistas que se atrevieron a denunciarla o investigarla.
Esa concepción irracional es la que llevó a este gobierno y a estos muchachos a colocarse del lado de dictaduras como la venezolana o la cubana y a proteger en su declaración oficial a la organización terrorista Hamas, apoyada por Irán.
Sintetizan todo lo que está mal. Lo antidemocrático y el nacional populismo autoritario. Cristina ordena y Zannini, ejecuta. Así nos va.