La libertad de Boudou es una señal peligrosa – 21 de julio 2021

Sin tobillera electrónica y en libertad.
Espero equivocarme, pero toda la información que dispongo dice que en unas horas, Amado Boudou quedará en libertad y eso es una señal peligrosa de gravedad institucional.
Amado Boudou, a esta altura, es el nombre de la impunidad obscena y el apellido del privilegio repugnante. No hay que olvidar que los jueces Daniel Obligado, Ricardo Basílico y el fiscal Marcelo Colombo lograron este milagro de liberar a un malandra de estado de alta gama. Fue condenado por 15 jueces a 5 años y 10 meses de prisión por coimero y por apropiarse de la fábrica de billetes. Como si esta condena firme no fuera suficiente, la mismísima Corte Suprema de Justicia confirmó todo. No obstante, Boudou no podrá ser nuevamente funcionario porque la condena incluyó una inhabilitación vitalicia para ejercer cargos públicos. De todas maneras, todos los argentinos le pagamos 500 mil pesos de jubilación vip porque fue vicepresidente de la Nación. No puede ser funcionario por ladrón y estafador, pero si puede cobrar la mega jubilación de la casta gobernante. No me sorprendería que en poco tiempo apareciera otro revolucionario guevarista K como él para proponer que le levanten la prohibición de ejercer cargos públicos. No tienen límites, son capaces hastade nombrarlo nuevamente como ministro de economía y condecorarlo y darle un diploma como ciudadano ilustre. Para el cristinismo, Boudou no es un malandra recalcitrante. Es un mártir de la lucha anti imperialista contra la burguesía financiera.
Esta situación inexplicable la explican porque Boudou cumplió los dos tercios de la pena y porque le bajaron la pena en 11 meses. ¿Se acuerdan porque motivos? Entre otros cursitos de morondanga que hizo, se recibió de “montador electricista”, y por eso es la luz del hombre nuevo y de práctico en organizador de eventos. En realidad el Amado no tan amado, ya tenía experiencia en organizaciones. Sobre todo las delictivas, como The Old Fund. Asociaciones ilícitas para robar el dinero de todos los argentinos. Boudou, Boudou, que grande sos, sos el primer estafador.
Hace 5 meses, cuando se cocinó todo esto, el diputado Luis Petri, escribió: “Es un indulto encubierto”. “La única actividad esencial de este gobierno es la búsqueda de impunidad”, remató el diputado Waldo Wolff. “La señal de la justicia es desoladora, es lo mismo que decir que los poderosos pueden hacer lo que se les dé la gana”, fue la conclusión del doctor Alejandro Fargosi, ex integrante del Consejo de la Magistratura. Coincido con todos estos análisis. Es una burla a todos los argentinos honrados. Una mojada de oreja.
Eugenio Zaffaroni, como íntimo amigo de Boudou llegó a pedir el indulto. “No hay motivos para que esté preso”, mintió descaradamente. Y aseguró que el indulto “es un acto político y de gobierno que existe en todas las constituciones del mundo”.
Y todavía faltan causas en donde también, como en esta, hay muchas pruebas documentales, testimoniales y, hasta arrepentidos. Hablo por ejemplo de la coima de dos millones de dólares que pagó el gobierno de Gildo Insfran. El que la cobró, Alejandro Vandenbroele, confeso con pelos y señales como fue ese operativo despreciable que perjudicó a los más pobres de Formosa.
Una solicitada que quedará en la historia de la indignidad ética pidió por su libertad. Utilizaron la palabra “guerra” en cuatro ocasiones, en un “intento de crear un clima de odio e intolerancia en la población”. Acusan a otros de hacer lo que hicieron ellos desde un principio. Hablo de los soldados de Cristina y Máximo. Encima amenazaron al decir que la prisión para Boudou “pone en riesgo la convivencia”. Firmaron ex presidentes chavistas latinoamericanos, y los infaltables Hebe Bonafini, Jose Luis Gioja, Oscar Parrilli pero no Cristina y varios camporistas pero no Máximo. Víctor Hugo Morales firmó su complicidad con semejante malandra, al igual que esos ejemplos de transparencia como Pablo Moyano, Roberto Navarro y Leopoldo Moreau. No podían faltar carmelitas descalzas como Julio de Vido, el que nunca se guardó un vuelto, o Ricardo Jaime, el corrupto confeso o Carlos Heller al grito de “Boudou libre o muerte, Venceremos”.
Mientras tanto el aspirante a Lenin de cabotaje, formado con los Alsogaray, pobre, vive en una mansión de cuatro pisos, parque, piscina con venecitas y baldosas atérmicas perimetrales, ascensor, cochera para tres autos, suite de 60 metros cuadrados, cascada en el living, jacuzzi, siete baños y quincho. Un palacio digno de un magnate.
Amado dio como domicilio un médano, le pirateó la mitad de un auto a su ex esposa y debe 455 mil pesos en multas y patentes de su Audi. Estamos frente a un verdadero ladrón de estado.
Pero esto no solamente lo piensa la mayoría de los argentinos. ¿Se acuerda de la opinión del actual presidente, Alberto Fernández?
Conviene recordarlo como otro símbolo de la implosión de la ética que padeció Alberto. En su columna del diario “La Nación” del 30 de mayo de 2014, titulada “Game Over”, hay un respaldo absoluto a la justicia y una crítica severa a Boudou que recién había sido llamado a indagatoria.
El actual presidente escribió que “Todas las excusas dadas por él hasta aquí se han ido desvaneciendo con la misma velocidad con la que el agua se escapa entre los dedos. Boudou ya no tiene coartadas. Los argentinos saben cuánto ha mentido en su alocada carrera por escapar de los hechos que se le atribuyen”.
En otro párrafo que tiene una impresionante actualidad, Alberto dice: “Fue sorprendente escuchar las voces del oficialismo que avalaron sus dichos y lo exculparon del hecho que se le atribuye. Tan fuerte fue la defensa organizada desde el poder, que hasta una ley de la Nación, impulsada por la mismísima presidenta, acabó por expropiar la empresa Ciccone para hacer más compleja la investigación de la maniobra… Tratando de preservarlo, Cristina no dudó en involucrar al parlamento argentino en el más grave encubrimiento que se recuerda: la expropiación de Ciccone”.
Este texto es demoledor. Parece escrito esta mañana y sin embargo fue redactado hace apenas 7 años por el actual presidente. Creo que está todo dicho. Boudou fue y es, una pieza clave del aparato del cleptocrático del chavismo santacruceño que viene por todo y para siempre. Estamos avisados.