Cristina, corrupción Nunca Más – 5 de diciembre 2022

Para la inmensa mayoría de los argentinos, mañana será un día histórico. Para Cristina, el “pelotón de fusilamiento le hará un regalo a Magnetto”, el CEO del grupo Clarín. La única verdad es que, por primera vez, una vice presidenta en ejercicio será condenada por corrupción. Cristina, además, fue dos veces presidenta de la Nación y sigue siendo la mujer más poderosa del país político. Será una noticia de repercusión mundial. Las toneladas de pruebas exhibidas durante el juicio oral certifican con documentación, testimonios y escuchas telefónicas que Cristina fue la jefa de una asociación ilícita para saquear al estado y enriquecerse ilegalmente. Eso no significa que será condenada por ese delito. Las versiones que surgen desde los tribunales hablan de que será sentenciada a 6 u 8 años de prisión por “administración fraudulenta”, otro de los delitos por los que fue acusada por los fiscales. Le recuerdo que con rigurosidad y valentía, Diego Luciani y Sergio Mola solicitaron 12 años de prisión, inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos y que devuelva el dinero que se robó que, algunos aseguran que llega a la friolera de 2.500 millones de dólares.
¿Escuchó bien? Solo en esta causa, la estafa, la cleptocracia, fue por 2.500 millones de dólares.
Cristina ya les disparó con todos los misiles posibles tanto al tribunal como a la Corte Suprema. Los hizo intimidar por varios de sus matones y talibanes mediáticos. Insiste en decir que hay una dictadura jurídico-mediática que la quiere presa o muerta. El propio Luis D’ Elía, en un alarde de golpismo llegó a decir que si la condenan a Cristina, se termina la democracia. Y como si esto fuera poco llamó a cortar rutas y movilizar hasta que renuncie la Corte Suprema de Justicia. Jamás, desde la recuperación de las instituciones, nadie se atrevió a tanto. Eso muestra el nivel de desesperación y denuncia que pueden llegar a romper el estado de derecho. Cristina ya paralizó el poder legislativo con sus trampas y ardides y quiere congelar a la justicia esterilizando al Consejo de la Magistratura. Quiere legisladores, jueces, fiscales y periodistas rendidos a sus pies. Eso es de cumplimiento imposible. Eso es nacional populismo chavista.
Ayer, Joaquín Morales Solá, escribió en su editorial del diario La Nación que “Cristina está logrando la anarquía institucional… con el patoterismo de los fanáticos”.
Cristina, su guardia de hierro camporista, la mafia moyanista y los grupos piqueteros tienen una gran capacidad de daño. Pero la mayoría de la sociedad va a defender la república y la paz social. No va a permitir que la Argentina se convierta ni en Venezuela ni en Santa Cruz.
Como señaló Jorge Fernández Díaz, se nota que en el relato, hay “fatiga de materiales y degradación narrativa… de los vampiros de estado”
Cristina, en una entrevista a un diario de Brasil, repitió el rosario de mentiras que la define. Dijo que se violaron todas sus garantías constitucionales y la realidad demuestra que fue todo lo contrario.
El juicio oral fue impecable y absolutamente ajustado a derecho. El pelotón de fusilamiento al que ella se refiere es el Tribunal Federal Oral número 2 integrado en su totalidad por jueces que designó ella. El fiscal Luciani, tan atacado por los K, también fue nombrado por ella. Ninguno tiene antecedentes de militancia política. Todos hicieron una larga carrera en la justicia. Jorge Gorini, el presidente del tribunal que mañana leerá la sentencia, hace 35 años que trabaja en Tribunales. ¿Se hicieron macristas de golpe? ¿Se convirtieron en empleados de La Nación o Clarín? De ninguna manera. Son magistrados independientes que hacen su trabajo con coraje y que están dispuestos a quedar en la historia. Este es el juicio a civiles, más importante realizado en la Argentina. Tal vez sea superado por el caso de los cuadernos de las coimas K, pero, para eso, todavía falta un tiempo. Mañana, tal vez, será un día que recordaremos como el “Nunca Más” de la corrupción. Como el momento en que la Argentina honrada y de manos limpias empezó a sepultar para siempre a los ladrones de estado.
Hay que recordar que todo se inició por una denuncia de la doctora Elisa Carrió que dijo que “la Argentina fue abusada durante 20 años por Cristina” y que mañana, “podemos poner fin a 16 años de impunidad”. Después, aportó mucha prueba documental Javier Iguacel.
La transparencia y la lucha contra el latrocinio no conspiran contra la democracia. Todo lo contrario, abren las ventanas para que el aire puro limpie los pulmones del sistema.
El fiscal Luciani planteó la disyuntiva con toda claridad: “Corrupción o Justicia”.
Estamos ante un momento clave. Es justicia o corrupción.
Es el Nunca más a los ladrones de estado. Es el Nunca Más al Cartel de los Pingüinos Millonarios.