Eliaschev y Nisman viven – 13 de diciembre 2017

Hasta los mismísimos iraníes acaban de confirmar que hubo un pacto tenebroso con Cristina para que Interpol levantara las alertas rojas de los acusados de terrorismo de estado por la voladura de la AMIA y el asesinato de 85 personas. Los kirchneristas se cansaron de desmentir esa información que hoy certifica con una carta el canciller de Irán. Es un texto que recibió el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Jorge Faurie y que ya está en manos de la justicia argentina, en el despacho del juez Claudio Bonadio.
De esta manera, Cristina y Timerman quedan más desnudos que nunca en sus falsedades y engaños. Un verdadero escándalo que muestra con toda crueldad la capacidad de la ex presidenta y sus cómplices de falsear la realidad y, encima, levantar el dedito para dictar cátedra.
Mediante una comunicación oficial firmado por el canciller Mohammad Javad Zarif, Irán reconoce que después del pacto, los dos países pidieron a Interpol poner fin a sus obligaciones. Esto se hizo en cumplimiento del artículo 7 del pacto de Etiopía. Esta carta data del 4 de noviembre y también dice que el nefasto Memorándum llegó a ponerse en vigencia. Otra vez todo lo contrario a lo que sostiene Timerman en su defensa. Estamos ante un nuevo elemento vergonzoso que consolida la rigurosa investigación de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques y la resolución del juez Claudio Bonadio. Ellos han generado que Pepe Eliaschev y Alberto Nisman vuelvan a la vida. Simbólicamente, por supuesto.
El periodista, nuestro querido colega y compañero de trabajo y el fiscal han resucitado en el reconocimiento general de que sus trabajos fueron impecables, precisos y empujados por una ética que no tienen los acusados, procesados y detenidos.
Los datos, pruebas, indicios que aportan las más de 500 páginas del fallo de Bonadio, entre otras cosas certifican que todo lo que denunciaron Pepe y el fiscal Nisman fue absolutamente cierto. Ambos fueron insultados, estigmatizados y agraviados por Cristina y su banda que hoy está presa.
Todo empezó cuando Pepe Eliaschev publicó en el diario Perfil del 26 de marzo del 2011 una columna, primicia mundial, revelando el comienzo de la infamia.
Aportó datos inéditos del encuentro clandestino en Siria.
Fue tan grande el ataque que Pepe recibió por parte de Cristina, Timerman y algunos integrantes kirchneristas de la comunidad judía que el 19 de julio de 2011, repito, 19 de julio de 2011 (hace casi 6 años y medio) en Le doy mi palabra, el programa que yo conducía en el canal 26 y en el que Pepe era columnista, sus palabras fueron memorables y quedarán para la historia por su coraje y lucidez.
¿Se acuerda? Anoche lo pasé completo en Los Leuco por TN. Ahí se puede ver su dolor y su equilibro profesional. Su estatura moral.
El día anterior había sido atacado cobardemente desde el propio escenario de la AMIA.
Algunas precisiones que vale la pena hacer a la luz de la resolución del juez Bonadío.
Pepe habla de hechos de guerra. Se refiere a los atentados terroristas contra la embajada de Israel y la sede de la AMIA. Hechos de guerra. El juez Bonadio, desde su expediente judicial los califica como “actos de guerra”.
Pepe recuerda que los Kirchner intentaron y en muchos casos lograron dividir, someter, cooptar y domesticar a muchas ONG y entidades intermedias de la sociedad civil.
Y denuncia lo irrefutable. Cero culpables. No hay un solo detenido. No hay un solo procesado. En ese entonces se cumplían 17 años del atentado y Pepe recuerda que 8 años de esos 17 que pasaron fueron durante los gobiernos de Néstor y Cristina.
Los Kirchner utilizaron todas las formas de la cooptación. El dinero, los servicios, las extorsiones. Por eso dice dos veces que el vive de su trabajo y no de los servicios de inteligencia. Hace poco el vocero ex radical de Cristina, Leopoldo Moreau, en un claro gesto antisemita que ningunea su condición de argentino dijo que el diputado Waldo Wolff era un agente de la MOSSAD, la agencia de inteligencia israelí. Era lo mismo que decía de Pepe y del fiscal Alberto Nisman. Lo decía el grupo de tareas que Cristina utilizó para matar por segunda vez a Pepe y a Nisman y sobre todo para enterrar la causa que Pollicita, Mahiques y Bonadio ahora desenterraron.
Pepe contó con precisión de cirujano la reunión clandestina en Aleppo, Siria que Timerman negó con mentiras repugnantes. También reveló que Irán llevó siempre la iniciativa en el pacto con varios objetivos: levantar las alertas rojas para los iraníes acusados del terrorismo de estado de haber volado la AMIA y de conseguir granos, petróleo y colaboración nuclear de la mano de Hugo Chávez y Evo Morales. Nos recuerda que el ministro de defensa de Irán estuvo en Bolivia en esos años para fundar una escuela militar.
Finalmente, en plena coincidencia con mi pensamiento editorial Pepe asegura que la metodología K fue prostituir hasta las causas y las organizaciones más nobles.
Con el objetivo de fracturarlas, vaciarlas de contenido y ponerles su camiseta partidaria.
Era tanta la locura y la ideologitis (inflamación de la ideología) de Cristina que además de acusar al presidente Obama de haber violado los derechos humanos de Osama Bin Laden fue capaz de decir que si algo le pasaba a ella miraran al Norte y no a Oriente. ¿Se acuerda? Como sugiriendo que el presidente de los Estados Unidos tenía algún interés o plan para dañar a Cristina. Cristina se creyó y se cree demasiado importante. Su altanería le permite creerse el ombligo del mundo. Consultando fuentes diplomáticas es cierto que Obama tenía identificada a Cristina. Decía ante sus íntimos: es la presidenta a la que le hago reflexión de un minuto y me responde quince minutos seguidos donde no me deja meter un bocado y aprovecha para darme consejos.
Por suerte existen los archivos. Para mostrar la coherencia de lo que uno decía antes y de lo que dice ahora. Tuve el gran orgullo y la gran responsabilidad de dar mi opinión del tenebroso pacto firmado por Cristina y Timerman, en el acto de homenaje a las víctimas a los 20 años del atentado. Fue el 18 de julio de 2014. En la calle Pasteur.
Siento orgullo de haber dicho todo esto hace más de tres años, mucho antes del fallo de Claudio Bonadio. Allí hablo de crimen de lesa impunidad y alta traición al pueblo judío y al pueblo argentino. Todo en la misma línea de Pepe, Nisman y la justicia argentina.
Hay algo que siempre debe guiar el trabajo de los periodistas, los fiscales y los jueces: la búsqueda de la verdad. Ya se sabe que la verdad muchas veces es triste. Pero que no tiene remedio….