CFK y el pirata financiero – 21 de agosto 2018

La avalancha de arrepentidos y la catarata informativa nos obliga a jerarquizar la información y poner en primer plano lo más importante de cada día. Hay que estar muy atentos a dos cuestiones. Primero a Cristina. Para ver si mañana finalmente el senado deja de ser un aguantadero vip y permite que se allanen sus casas y su despacho. Es una medida de prueba pedida por un juez federal y muchos nada honorables senadores bloquearon como piqueteros esa posibilidad. Es complicidad y también temor a que José López apunte contra algunos ex gobernadores como José Alperovich, Gildo Insfrán o José Luis Gioja, por ejemplo. Y contra algunos ex intendentes de los más leales a Cristina y al sistema de corrupción como Eduardo Acastello de Villa María o Fernando Espinosa de La Matanza. Solo por poner algunos ejemplos.
Lucía Corpacci, la gobernadora de Catamarca, va a tener que poner la cara por Rubén Dusso su ministro de obras públicas. También llenaba bolsos con plata sucia de las coimas que le daba a José López y su segundo, Germán Nivello, el que disfrutó su aniversario de casamiento con una fiesta opulenta en el Hotel Faena.
Pero el senado nuevamente va a estar en otra encrucijada de cara a la sociedad cuando el juez Claudio Bonadío procese con prisión preventiva a Cristina. Es que todos los bolsos y las valijas conducen a sus domicilios familiares y a la Casa Rosada o la Quinta presidencial de entonces. Una vez más, el Partido Justicialista deberá decidir si sigue protegiendo a la mujer más corrupta de la historia argentina y una de las más corruptas del mundo. Muchos gobernadores tal vez por no perder algunos votos K en las provincias, se están aferrando a una Cristina que se hunde. Es el viejo dilema del justicialismo: la van a acompañar a la tumba política y se van a enterrar con ella o solamente hasta la puerta del cementerio.
Como si esto fuera poco, el fiscal Gerardo Pollicita pidió citar a Cristina por algo de una gravedad colosal: haber vendido un decreto por 600 mil dólares. Eso lo denunció Gabriel Romero el empresario que pagó esa coima para que le prolongaran la concesión de la Hidrovía. Cristina dice que nunca recibió un peso. Pero lo dijo a través de las redes sociales. De su boca no salió una palabra. Por eso Pollicita la quiere interrogar al respecto. Aquel dia del anuncio, en la Casa Rosada estaba sentado en la primera fila otro delincuente preso: el Caballo Suarez.
Claramente, Cristina está acorralada, en el peor momento de su vida como dirigente. Se cayeron todas las mentiras y ella quedó desnuda tal como es: estafadora y ladrona. La jefa de un sistema gigantesco de recaudación ilegal nunca visto. Nadie cometió tantos delitos y nadie dejó tantas pruebas y evidencias. Incluso, por ahora como rumor, se dice que José López declaró en sede judicial que los bolsos con 9 millones de dólares que intento esconder en el convento eran de Cristina. Veremos si se confirma.
El otro tema clave que está conmoviendo los cimientos del mundo bancario es la declaración de Ernesto Clarens, el pirata financiero que enseño a Néstor Kirchner a navegar por las aguas de las sociedades off shore y la compra de propiedades y los depósitos en cajas de seguridad del exterior de los fondos nauseabundos de la corrupción.
Ya se dijo mil veces pero hay que repetirlo nuevamente: Tenía la empresa Invernes. En Santa Cruz todos le decían Inversiones Néstor. Fue interventor de la empresa Gotti cuando fue absorbida por Austral Construcciones de Lázaro Báez, el empleado de Néstor Kirchner. Desde aquella época que fue cómplice de los Kirchner. Jugó un rol clave en la estafa brutal de los Fondos de Santa Cruz que se evaporaron en el aire.
Hoy se sabe que Clarens hizo 164 viajes a Uruguay. Noventa y uno de ellos fueron relámpagos y en muchos se encontró con otro malandra llamado Daniel Muñoz, el secretario personal de Néstor que recibía todos los bolsos y el que compró propiedades en Estados Unidos por 65 millones de dólares.
El amor de Clarens por el Uruguay no fue turístico. Iba y dejaba bolsos y valijas y volvía. Por eso la mayoría de los viajes los hizo en lanchas privadas pese a que era dueño de una empresa de taxis aéreos. No “aclarens” que oscurece. A Estados Unidos fue 41 veces. Sería muy interesante conocer la habilidad y el método de este cerebro financiero de los Kirchner para sacar fortunas de dinero sucio por la frontera uruguaya y que nadie lo controle. Hoy las autoridades uruguayas se comprometieron a investigar el asunto.
En Santa Cruz la cosa era más fácil. Siempre gobernaron los pingüinos estafadores. El propio piloto de los K, Sergio Velazquez confirmó lo que los valientes periodistas de Rio Gallegos habían anticipado: la familia presidencial cargaba los bultos directamente en camionetas en la pista de aterrizaje. Y no pasaban por los scáners ni por ningún tipo de control. Ni los narcos hacen eso. Es más, es tan grande e impune el poder que todavía tiene Cristina que, aún hoy gambetea todos los controles cuando viaja a su lugar en el mundo. Hoy mismo sigue pasando por afuera de la aduana. La última vez fue el hace 40 días. Tal vez se pueda sancionar a las autoridades aeroportuarias que miraron para otro lado. ¿Del avión al living de su casa o a las bóvedas? Veremos. La mayoría de las veces le ayudan a cargar tanto peso en dólares o euros, sus hijos Máximo y Florencia y el que sabe todo y no dijo nada: Osvaldo Sanfelice, (a) El Bochi, socio de los K y corrupto de alto vuelo.
¿Sabía que la empresa Invernes tiene el mismo domicilio que Austral Construcciones en Pasaje Carabelas 241? Y que la esposa y la hija de Clarens también figuran en los papeles truchos. El arrepentido Juan Chediak dijo que Clarens triangulaba a bancos y cuentas de Suiza, Hong Kong, Las Antillas Holandesas, Las Bahamas, Estados Unidos y el querido Uruguay.
Clarens es el lavador, el blanqueador del dinero negro.
Para el final dos datos delictivos pero que también deben leerse en clave política. Todos los que recaudaban el dinero para el patrón y la patrona del mal, fueron mordiendo algo para asegurarse el futuro. Los Kirchner robaron a más no poder y todos le robaron a los Kirchner.¿ Funcionará eso del que roba a un ladrón tiene 100 años de perdón? Roberto Baratta que no tenían peso partido por la mitad hoy tiene a nombre de su mujer, que es monotributista, un fideicomiso millonario y hay cerca de 15 propiedades sospechosas en manos de su familia. Y los revolucionarios que integraron La Cámpora no solamente tuvieron un comandante en jefe como Máximo que también fue un príncipe de la corrupción. La mano derecha de Abal Medina confesó que le daba parte de las coimas al estado mayor camporista: Andres Larroque (a) el Cuervo, Hernán Reibel, Roda Rodriguez y José Ottavis quienes compartían los billetes con el aparato de inteligencia paralela para las operaciones sucias integrado entre otros por Juan Martín Mena y Rodolfo Tailhade.
Como puede verse la ilegalidad y el delito contaminaron toda la estructura del kirchnerismo. Un pirata como Clarens le enseño a ser piratas a todos. Y con el parche en el ojo nos dijeron que la patria es el otro. El otro robo que iban a cometer. Se puede definir mejor al kirchnerismo como los que fueron por todo. Aunque en poco tiempo no se quedaran con nada. Solo con gran parte de su dirigencia presa. Como debe ser. Dentro de la ley todo. Fuera de la ley nada.