La multitud contra Cristina – 22 de agosto 2018

Cristina estuvo en todos los cantitos y en todas las pancartas de esa verdadera marea humana que rodeó al Congreso de la Nación. Que vaya presa. Que devuelva la plata que robó ella y sus cómplices. Que se haga cargo de los bolsos llenos y de las heladeras vacías. Todas esas exigencias fueron el contenido de la multitudinaria concentración de anoche. Hubo mucha gente que salió a la calle a gritar su bronca porque está absolutamente harta de los ladrones de estado. Quien quiera oír que oiga. Ese terremoto ciudadano pacífico que se expresó en forma espontánea se replicó a la largo y a lo ancho de la Argentina, sobre todo en los grandes centros urbanos. Cuando la gente común, independiente, decente, sale de su casa y pone el cuerpo sin que nadie los lleve de las narices, el escenario político se modifica. Ninguna concentración semejante es inocua o neutra. Muestra un estado de cosas, un clima, un grado de participación democrática superior a los mensajes por las radios, a los posteos en las redes sociales o a las quejas de entrecasa. Ejercer la democracia a fondo no es solamente votar y listo. Esa es una parte importantísima pero solo una parte. Si los argentinos queremos tener un país más igualitario que extirpe para siempre a los corruptos y a los golpistas hay que hacerse cargo y poner un granito de arena. Aumentar el grado de compromiso. Y cada vez que el pueblo se expresa masiva y libremente como ocurrió anoche hay ganadores y perdedores. Una persona va al espacio público a criticar a alguien o a respaldar valores. A todas luces la gran perdedora de la jornada de ayer fue la ex presidenta Cristina. Insisto: así como todos los bolsos de la corrupción eran para ella, todos los reclamos de anoche, también eran para ella. La gente no es tonta. Se da cuenta que los que saquearon e incendiaron la argentina ahora se ofrecen como bomberos. Y rechaza esa posibilidad. Quiere justicia. Sabe que si no hay justicia no hay futuro ni República posible. Cristina fue la gran derrotada porque además le salió el tiro por la culata en su intento de hacerse la graciosa y ponerle condiciones al juez Claudio Bonadío. Cristina es la gran derrotada porque José López, la mano derecha de Julio de Vido, involucró en su declaración a Néstor y Cristina pero también a Máximo. Estaba cantado que el comandante en jefe de La Cámpora también recibía las valijas con dinero sucio e ilegal. Y parte de eso era para el estado mayor camporista y parte era para su bolsillo. Hijo de Tigre. Aprendió de su padre a quedarse con los dineros públicos.
Digo que a Cristina le salió el tiro por la culata porque el juez Bonadio rechazó de plano, como corresponde, cualquier tipo de exigencias y condicionamientos para hacer los allanamientos a los tres domicilios y al despacho de senadora por la minoría que ella tiene en Parlamento. Veremos que hace el Senado en general y los justicialistas en particular. ¿Aceptarán incluir en su permiso para el allanamiento el pliego de condiciones de Cristina o votarán lo que el juez está pidiendo hacer más de 20 días? ¿Desde cuándo una senadora le pone condiciones a un juez federal? Es una medida de prueba que debe realizarse con toda libertad. No existe la monarquía en la Argentina. Por ahora la reina Cristina es una plebeya más, una ciudadana de a pié igual ante la ley como somos todos nosotros. Y debe someterse a esa ley. Lo que pasa que los Kirchner están acostumbrados a no acatar los fallos. Manejaron la justicia durante tanto tiempo que todavía se creen propietarios de los tribunales. No respetaron ni los fallos de la Corte Suprema de Justicia, por ejemplo en el caso del procurador Eduardo Sosa. La Corte les ordenó reponerlo en el cargo y se pasaron esa orden ya sabe por dónde.
Por supuesto que no van a encontrar nada comprometedor en los domicilios de la patrona del mal. Pero es un pasito más para medir el deterioro de su poder. Es un elemento para estudiar que puede pasar si el juez Bonadio la procesa y pide el desafuero para mandarla la cárcel con prisión preventiva. ¿Otra vez el Senado va a rechazar ese desafuero? Estamos hablando de una señora acusada de ser la jefa de una asociación ilícita que organizó el mecanismo de recaudación ilegal más grande el mundo y que saqueó al estado para enriquecerse en forma colosal. Ella y su familia. Ella y sus cómplices.
Al final de su escrito, Cristina intenta hacerse la graciosa y manejar la ironía pero se entierra mucho más todavía. Dice que si en sus domicilios encuentran millones de dólares, lingotes de oro o piedras preciosas los autoriza a que se los lleven. Tragicómico. Primero que ya encontraron millones de dólares doctora. Su hija que nunca trabajó tenía en su caja de seguridad del banco 5 millones de dólares termosellados. ¿De dónde sacó eso? ¿Usted se lo regaló para el cumpleaños? ¿La hizo cómplice del ocultamiento del dinero robado a todos los argentinos? La justicia lo dirá. Lingotes de oro por ahora no se encontraron pero yo no descarto nada por el nivel de codicia y avaricia que demostró el matrimonio Kirchner. Y de piedras preciosas y joyas no le convenía hablar, doctora. ¿Quién la asesora? ¿Parrilitudo? Hay una causa en la justicia que inició la valiente diputada Graciela Ocaña respecto de sus joyas dignas de una princesa o de una esposa de un jeque árabe. Aros, pulseras, collares y relojes de oro y brillantes, de diseño y marcas carísimas que cuestan fortunas. La revista Noticias denunció esto con 200 fotos donde se las veía exhibiendo estos lujos. Ocaña se preguntó varias cosas. ¿Por qué no declaró esas joyas en su patrimonio? ¿Cuándo las compró? Tiene facturas de esas operaciones. Las pagó en blanco o se las regalaron. ¿Quién se las regaló en ese caso?
Cristina, tan coqueta ella, tuvo que esconder esas joyas de valor incalculable y no las usó nunca más. No se sabe dónde están. Se esfumaron en el aire. Sería muy pertinente indagar a Cristina también sobre este tema.
La ironía que quiso manejar fue un búmeran. Pobre Cristina, no acierta una. Y mucha gente ya se alejó de ella por el maltrato y el desagradecimiento al que los somete. Claudio Uberti contó que no solo Néstor era de insultar y pegar cachetazos y patadas a sus colaboradores. Dice que Cristina también era una gran maltratadora con la gente que la rodeaba. A los empleados de gobierno no les permitía que la miraran a los ojos y dice Uberti que agredía con insultos especialmente a las mujeres. Igual que Milagro Sala. Se venden como defensoras del género y en contra de la violencia pero han humillado a muchas mujeres que temblaban antes su presencia. José López se cansó de que Cristina diga que lo odia. Insisto con lo que le dije: durante 27 años ese ingeniero les llevó cataratas de dinero ilegal. Cometió delitos en forma serial para enriquecer a los Kirchner y ahora no le tiran ni un centro. Cristina no emitió ni un tuit en defensa de la banda que trabajó para ella. Hay 13 funcionarios de Julio de Vido que están presos. Su vicepresidente está preso. Su jefe del Ejército, está preso. Su contador, está preso. Sus socios Lázaro y Cristóbal están presos. Y ella ni siquiera tiene el mínimo gesto solidario y humano de acercarles aliento o solidaridad. Cristina se quiere salvar sola. Pero sus cómplices no lo van a permitir. Repito lo que dijo el filósofo Rolando Ernesto Villar: Ella no quiso entregar la banda pero la banda la entregó a ella.
Ayer pasó algo muy importante en la Argentina que dignifica el coraje de sus ciudadanos. Fueron a poner el pecho y el grito para tener un país más honrado y ético. Y lo hicieron solitos, huérfanos de los partidos políticos y casi a pesar del gobierno de Mauricio Macri. Cristina fue la gran derrotada. Y ganaron los argentinos honrados. Fue un paso más contra la impunidad. Un paso más contra los corruptos y los golpistas. La esperanza anduvo paseando por las calles de las ciudades. Viva la esperanza.