Szpolski, malandra de medios – 24 de septiembre 2018

Todo indica que a Sergio Bartolomé Szpolski le soltaron la mano y se le acabó el blindaje de la impunidad. Szpolski es mucho más que un malandra de los medios de comunicación al servicio de Cristina. La AFIP está reclamando su prisión preventiva. Lo acusa de ser el jefe de una asociación ilícita que se robó 163 millones de pesos de los aportes jubilatorios de los trabajadores de prensa. Es un delito no excarcelable que tiene penas de 5 a 10 años de cárcel. Por esta causa va a tener que dar explicaciones en tribunales dentro de diez días. Pero el juez Claudio Bonadio lo tiene citado antes, concretamente, este viernes a las 10 horas, porque aparece mencionado en los cuadernos de Centeno por las coimas en la empresa Polígrafo del Plata.
Elke, la hermana de Sergio Szpolski, también está involucrada porque firmó la friolera de 116 cheques que fueron rechazados por falta de fondos. Szpolski es integrante del cártel de los malandras de medios K. Lo acompañan Cristóbal López, Gerardo Ferreyra que ya están presos y dos más que todavía están libres aunque no se sabe por cuánto tiempo: Rudy Ulloa Igor y Diego Gvirtz.
En la causa en que estafó a sus empleados, a los que no les depositó fortunas destinas a su futura jubilación también están citados a declaración indagatoria otros personajes de los medios que tuvieron algún tipo de sociedad, vínculo o negocio con Szpolski. Hablo de Alejandro Olmos, uno de los propietarios de Crónica; Mario Pergolini por Vorterix y Raúl Monetta por la Rock and Pop, entre otros.
Así como existió un “Club de la Obra Pública”, que recibió fortunas con sobreprecios y pagó coimas millonarias, en su intento de colonizar al periodismo, Néstor primero y Cristina después, también armaron una banda con la que cometieron delitos de todo tipo que aún falta investigar a fondo.
Más que medios corruptos fueron corruptos enteros. No anduvieron con medias tintas.
Cristina, transitó todos los caminos posibles para hacer arrodillar a los periodistas ante su altar. Instalaron un inédito aparato de persecusión y hostigamiento. Apelaron a todas las trampas y extorsiones posibles. Y no lograron su objetivo porque fueron contra la naturaleza misma de nuestro trabajo.
Compraron medios, dueños de medios y alcahuetes de todo grupo y factor y no consiguieron capturar audiencias importantes. Dilapidaron fortunas en subsidios o regalos encubiertos para fogonear diarios de cuarta, revistas de quinta y programas de televisión o radio que no acusaron peso en la balanza. No les entra en la cabeza que la obsecuencia es enemiga del oficio.
Le cortaron el chorro de la pauta publicitaria estatal a los que no se dejaron domesticar. Apretaron a los empresarios privados como nunca ocurrió para que anunciaran en sus diarios sin lectores y para que dejaran de colocar sus publicidades en los medios que ellos denominaron: “hegemónicos”.
Llegaron al extremo de querer malversar los niveles de audiencia. Igual que con el INDEK patotero de Guillermo Moreno, intentaron medir a su modo, los ratings de la televisión con Tristán Bauer. Una mentira que tampoco les funcionó.
Un ganador de la década como Sergio Szpolski, en su momento, fue obligado, por la prepotencia del dinero fácil, a someterse en dos ocasiones por uno de sus principales enemigos. Luis D´Elía lo acusó en su momento de ser «un perro sionista de derecha». Sin embargo, después, S.S., no tuvo más remedio que darle un programa en su canal para que difundiera su discurso. Para que fomente el fusilamiento de opositores y defienda a Irán, «el más grande exportador de terrorismo del mundo», según precisó el entonces canciller canadiense, John Baird.
Szpolski dejó el tendal de deudas y estafas por donde pasó. Como presidente de la ex Fundación del Banco Patricios o como tesorero de la AMIA, de donde se fue expulsado. No hay que comprarle ni un auto usado. Y si te da la mano, después te tenés que contar los dedos para ver si te falta alguno. Es increíble cómo pudo subsistir tanto tiempo comprando y vendiendo empresas, escondiendo a los verdaderos propietarios, diseñando estructuras que disfrazaban a sus accionistas con testaferros o con indigentes o jubilados prestanombres y sociedades anónimas, verdaderas cajas chinas que hacían muy complejo identificar a los verdaderos propietarios.
Hoy tiene 6 causas abiertas en la justicia donde tiene que dar muchas explicaciones. El juez en lo penal Económico, Juan Galván Greenway posiblemente lo procese con prisión preventiva como hizo con otros directivos de su multimedio al servicio de Cristina. Fue candidata a intendente en Tigre por el Frente para la Victoria y su relación con distintos personajes de la SIDE de De la Rúa, de Kirchner y actualmente de Macri, lo protegieron durante mucho tiempo.
Su figura musculosa de patovica alimentado a proteínas aminoácidos y fierros nunca fue criticada por los 800 periodistas que Szpolski dejó en la calle sin trabajo, sin indemnizaciones y sin aportes jubilatorios. Eso fue lo que denuncié intenté en mi discurso de agradecimiento por el Martin Fierro con el que fui distinguido el año pasado. Les recriminé que muchos compañeros periodistas, por ideología, responsabilizaban a Macri por sus despidos y su desocupación cuando los culpables fueron estos aventureros, estafadores que vaciaron empresas y se guardaron en sus bolsillos los casi mil millones de pesos que recibierón por parte de Cristina en concepto de pauta publicitaria entre en el 2009 y el 2015.
No escuché ni leí críticas sindicales o de los periodistas kirchneristas a Szpolski, Cristóbal o Gerardo Ferreyra. Nadie le dijo Szpolski gato. Le perdonaron la vida a sus victimarios para no criticar a Cristina que fue la que lo alimentó.
Tiempo Argentino y Radio América fueron vendidas a otro empresario delincuente como Mariano Martínez Rojas que también está preso luego de refugiarse en Miami. Incluso Matías Garfunkel, otro de sus socios de Szpolski, se refugió también en Miami. Desde allí acusa a Szpolski de haberlo estafado y dice que no viene a la Argentina porque tiene amenazas de muerte.
Los casos de Cristóbal y Gerardo Ferrerya hoy entre rejas, son más conocidos. Por todos los negocios sucios que hicieron en diversos rubros pero sobre todo en la obra pública los de Electroingeniería y en el petróleo y la timba de los casinos, en el caso de Indalo.
Todos echaron periodistas, evadieron impuestos y aportes y pagan sueldos en cuotas, pero Cristóbal y Fabián de Souza lograron mantener en pié dos de sus naves insignias: C5N y radio 10. Allí se defiende a Cristina y se ataca a Macri con ferocidad y todos tienen problemas para cobrar sus salarios, todos menos Gustavo Silvestre, la nueva estrella del kirchnerismo militante.
Cristóbal se defiende con esa radio y ese canal pero también tiene Ámbito Financiero, las radios Pop, Vale One, la Mega y se quedó con La Corte y Pensado para Televisión cuando cayeron en desgracia y dejaron de recibir negocios millonarios de parte de Cristina.
Ferreyra fue militante del Ejército Revolucionario del Pueblo y preso durante la dictadura. Ahora es ultra millonario y dice en forma bizarra que desprecia el dólar porque es un instrumento de dominación del imperialismo. Infantilismo revolucionario y corrupción gigantesca. Sometió a productores, operadores, administrativos y periodistas a un miserable pago mínimo de sueldos, despidió gran parte de la gente de Radio Del Plata pese a que recibió 57 millones de pesos de publicidad de Cristina, mucho más que las radios líderes. Ferreyra hizo un par de milagros. Del Plata estaba tercera en las mediciones. Pero cuando desembarcó en la radio para chuparle la media a los Kirchner, huímos a tiempo, Jorge Lanata, Fernando Bravo y yo. A Nelson Castro lo despidió por orden de Néstor Kirchner. La radio se cayó a pedazos en audiencia y está casi quebrada. Algo parecido hizo con 360 TV un canal que dejó en manos de Claudio Villarruel y la esposa de Jorge Taiana. Allí también fracasaron, hicieron sapo y terminaron enfrentados acusándose mutuamente de estafa. Entre bomberos se pisaron la manguera.
Diego Gvirtz y 678 fueron los arietes del hostigamiento y la estigmatización de los periodistas independientes y los políticos disidentes. Fueron feroces y persiguieron desde el aparato del estado como nunca antes en la historia de la televisión. Muchos artistas K fueron cómplices.
Concurrían como invitados a esos programas y celebraban mientras fusilaban mediáticamente a mucha gente con mentiras e injurias. Convirtieron a la televisión pública en un grupo de tareas para humillar y quebrar a cualquiera que se atreviera a criticar a Cristina.
La justicia tiene una causa grave abierta contra Gvirtz y Tristán Bauer por una pauta colosal del ANSSES que fue desviada a la empresa de Gvirtz en 88 millones de pesos. Gvirtz tiene varias sociedades en Panamá y allí se deberían buscar esos fondos malversados y gran parte de la pauta de 147 millones que los K le dieron a cambio de sus servicios prestados.
Y finalmente Rudy, el ex cadete de Néstor que quiso comprar Telefé. En Santa Cruz manejó un multimedio adicto que también se enriqueció con pautas monumentales. Hoy todo eso se cayó. El Periódico Austral al que ni gratis la gente lo quería, FM del Carmen y otros medios. De todos modos Rudy Ulloa Igor está procesado con prisión preventiva pero en libertad y embargado en 4 mil millones de pesos porque también participó del festival de coimas y sobreprecios que lideró Cristina como jefa y Julio de Vido como gerente general.
El kirchnerismo en el gobierno hizo mucho daño. Fue el más autoritario desde la democracia recuperada y el más corrupto de la historia. Pero en el tema medios, con los 5 malandras del apocalípsis, abrió la famosa grieta entre los argentinos y sembró de odio cada rincón de la Argentina. Hablo de Szpolski, Cristóbal, Ferrerya, Gvirtz y Rudy. No juraron nunca ante los Santos Evangelios, pero ahora, Dios y la Patria se lo van a demandar. Será Justicia.