La enfermedad de Florencia Kirchner – 14 de marzo 2019

Cristina viajó esta madrugada a Cuba para ver a su hija Florencia que está enferma.
Así lo reveló su madre mediante un video donde no explicó cuál es la afección específica, pero parece grave ya que dijo que “no puede estar sentada ni de pié por mucho tiempo” y que, por ese motivo, le prohibieron que abordara un avión para regresar a la Argentina.
El documental de 5 minutos agrega que la salud de Florencia “fue devastada, y sufrió un brutal estrés, producto de la persecución feroz a la que fue sometida por ser la hija” de Néstor y Cristina.
La ex presidenta contó toda la historia previa de cómo ella llegó a La Habana invitada al Festival de Cine donde recibió un premio por ser coguionista de la película “sobre la trágica muerte de Santiago Maldonado”. Repito textualmente. No dijo ni el asesinato ni la desaparición de Maldonado. Dijo la trágica muerte de Maldonado. Pero ese es un detalle. Lo importante es que Cristina responsabilizó a la justicia por violar los derechos ciudadanos de los opositores al gobierno de Macri y también de los hijos de los opositores. “Es muy terrible que a una joven la acusen de haber ingresado en una asociación ilícita el mismo día que murió su padre”, argumentó la ex jefa del estado. Al final, Cristina pide a los que los odian o que “nos ven como enemigos que se metan conmigo pero no con ella, no más con ella, por favor”.
El material audiovisual tiene imágenes editadas muy profesionalmente, casi como una pieza publicitaria con fotos de la familia Kirchner y el relato en off de Cristina. La voz, como no podía ser de otra manera está cargada de angustia y dramatismo.
Vamos a ser muy respetuosos como siempre ante una situación personal de gravedad de cualquier persona. Corresponde ser prudente y hacer votos por la rápida mejoría de Florencia. No le deseamos el mal a nadie. Y mucho menos a una chica de 29 años.
Eso hay que decir con toda claridad.
Pero también debe ser parte del análisis el contexto en el que Cristina dio la noticia.
El primer tema, lo comentamos más de 100 veces. La persecución política a Cristina, sus hijos, sus testaferros y sus funcionarios no existe. Hay una justicia que funciona que tiene pruebas documentales y testimonios contundentes de arrepentidos que estuvieron años en el círculo de mayor confianza de Cristina.
Todos coinciden en describir el mecanismo pornográfico de la asociación ilícita liderada primero por Néstor y luego por Cristina para saquear al estado y enriquecerse en forma ilegal y colosal. A Cristina y todos sus allegados no los persiguen por sus pensamientos. Los investigan por los delitos que cometieron como nunca antes en la historia argentina democrática. Eso que quede claro.
Uno de los puentes más sólidos entre Cristina y el Papa Francisco, el ex embajador Eduardo Valdés hizo declaraciones en el sentido de que sabía que Florencia estaba mal pero no que era tan grave. Aseguró que Florencia sufre un cuadro de anorexia y stress y que tenía “ataques de pánico” por la posibilidad de ir presa. Después aseguró que hacía mucho que no la veía a Cristina tan golpeada por la situación.
Y el tema clave para dejar bien claro es que nadie se mete con su hija. Fue la propia Cristina la que la metió en las causas judiciales. Es por eso que su hija está procesada tanto en la causa Hotesur como en Los Sauces. Y tiene que explicar de dónde sacó los casi 5 millones de dólares termosellados que se encontraron en su caja de seguridad. Comprenderá Cristina y su militancia que no es habitual que un joven de 29 años tenga 5 millones de dólares guardados.
No fueron los jueces los que involucraron a Florencia. Su familia resolvió colocarla en los directorios de las empresas truchas e involucrarla en esos negocios sucios más allá de que Florencia haya dado o no su consentimiento.
Lo que realmente preocupa a la madre es que la hija no tiene fueros para evitar ir a la cárcel. El 17 de octubre pasado, en Merlo, el intendente Gustavo Menéndez amenazó a la justicia con este tema. Dijo textualmente: “Todos sabemos que Cristina y Máximo (que estaba a su lado en el escenario) tienen espalda. Pero ojo con lo que hacen con Florencia. Estamos mirando lo que están haciendo. No vaya a ser cosa que crean que el pueblo va a permanecer con los brazos cruzados.”
Desde ese momento los K tenían el temor de que el juez Julián Ercolini dispusiera la detención de Florencia. Por eso Menéndez amenaza con una pueblada o con hacer tronar el escarmiento si eso ocurre.
Le recuerdo que Margarita Stolbizer, le solicitó al juez que confiscara y rematara los bienes de la familia.
Hay que decir que Florencia nunca tuvo mucha militancia. Estuvo con La Cámpora en algunos actos, y tuvo a su hija Helena con el militante Camilo Vaca Narvaja, nombre y apellido de revolucionario setentista. Ahora está separada.
Tanto Hotesur como Los Sauces ya fueron elevadas a juicio oral y Cristina y sus hijos y sus testaferros y sus funcionarios van a tener que sentarse en el banquillo de los acusados. Coimas, sobre precios, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito son algunas de las respuestas que van a tener que dar.
Florencia también porque ella figura en los documentos y en los libros de contabilidad y no por ser hija de Cristina.
La salud de Florencia siempre fue frágil. En 4 años estuvo tres veces internada.
Hoy a las 4:46 minutos de la madrugada, Cristina abordó el avión de la empresa COPA que la llevó hasta Panamá donde hizo la conexión con Cuba. Ingresó directamente a la pista de Ezeiza y algún responsable deberá responder cual fue el motivo por el que tuvo ese privilegio.
Por último debo decir que es probable que los malos momentos, las amarguras bajen las defensas y hagan a nuestros cuerpos más proclives a enfermarse. Pero de ahí a responsabilizar de la enfermedad a quienes critican a determinados personas o investigan la corrupción hay un trecho demasiado grande. Pasó lo mismo con Néstor Kirchner y Héctor Timerman. Ambos murieron por enfermedades muy complicadas que nadie se las desea a nadie. Pero la militancia y el relato quisieron instalar casi como que hubieran sido asesinados por la oposición, por la prensa o por los expedientes judiciales. Y la gente no se muere ni se enferma gravemente por eso.
Y para el final, decir que las versiones de una posible detención de Florencia nunca se pudieron confirmar pero se multiplicaron el día que fue detenido Martín, el hijo de Lázaro Báez. Fue encarcelado por haber transferido más de 5 millones de dólares a pesar de que lo tenía prohibido. Martín Báez estaba inhibido de hacer operaciones financieras y las cuentas de Bahamas y la sociedad fantasma de las Islas Marshall de donde fue movido el dinero estaban congeladas por la justicia.
La agrupación “Hijos de la corrupción K”, nunca hizo elecciones internas. Pero está claro que el presidente es Máximo Kirchner, que la vice es Florencia, y que el tercero en la línea sucesoria es Martín Báez.
En el estado mayor de la “HCK” (Hijos de la Corrupción K) también está Nazareno López, el hijo de Cristóbal.También forman parte de la agrupación delictiva las hijas de Alicia, la gobernadora de Santa Cruz. Natalia y Romina Mercado, también tienen que explicar ante la justicia el papel que jugaron en algunas empresas de los testaferros de Néstor y Cristina. La más complicada es Romina que fue presidenta de Hotesur y firmó balances dibujados y otras mentiras. Los hijos de Julio de Vido también mojaron el pancito en el plato de las estafas y negociados. Los hijos de Luis D’Elía entraron todos al ANSES y alguno lo hizo en forma irregular.
Muchos corruptos del kirchnerismo convirtieron a sus hijos en delincuentes. Esa actitud perversa está hoy en el centro de la escena política.
Los ciudadanos reclaman algo bien democrático y republicano: juicio, castigo y condena. Para que todos los argentinos seamos iguales ante la ley y no haya ladrones con coronita. El que las hace las debe pagar es una regla de hierro de la democracia honesta. Si alguien robó no importa su pensamiento ni su nombre ni su apellido. Debe ir preso.