Paro débil y miedo a la cárcel – 30 de abril 2019

La movilización fue importante, pero el paro fue uno de los más flojitos de la era Macri. Muy bajo nivel de acatamiento. Muchísima gente demostró su vocación de ir a trabajar y aprovechó que hubo trenes y que la mayoría de los colectivos circularon. Tal vez por ese fracaso de la medida de fuerza, los muchachos patoteros y mafiosos de siempre se pusieron más agresivos y violentos que nunca.
El resultado es que hay más de 30 detenidos por el buen trabajo de las fuerzas de seguridad. Muchos fueron apresados después que incendiaron colectivos poniendo en peligro a los propios choferes que querían cumplir con su trabajo. Les encontraron bombas molotov, bidones de nafta, piedras, navajas, barretas, y hasta un arma de fuego. Otros, cobardes encapuchados, se dedicaron a romper vidrieras de bancos en la Avenida de Mayo y vandalizar el frente del edificio donde funciona el JP Morgan que es el que fija el riesgo país. En las pintadas aparece el pensamiento salvaje y jurásico de estos energúmenos. Insultos a Macri y al FMI. Incluso hirieron a un policía con un piedrazo que le produjo un corte en la cabeza.
Lo interesante de todo, es que estos autoritarios que adoran a Cristina se sacaron la careta y mostraron cual es el país en el que quieren vivir: el del apriete y la extorsión. Lo valioso, es que fueron identificados y queda claro que son militantes políticos que apoyan a Cristina o sindicalistas que pertenecen a los gremios K. Siempre hacen lo mismo: los que no piensan como ellos, pasan a ser enemigos que hay que agredir. Me imagino que los Moyano y los de la CTA no van a decir que los delincuentes que destruyeron todo son infiltrados que mandó Macri o Patricia Bullrich. Ese país no lo quiere la inmensa mayoría de los argentinos.
La Cámara Aceitera de la República Argentina repudió los piquetes que no dejaron entrar ni salir mercaderías ni trabajadores de las plantas industriales y los puertos del Gran Rosario. Todo ocurrió en plena cosecha. No permitieron exportar nada con el deterioro que eso genera para el ingreso de divisas. Y después dicen que son patriotas. Es el mundo del revés.
El ceteísta poco representativo, Pablo Micheli mostró la hilacha en una respuesta: “Hay que ayudarla a Cristina para que vuelva al poder. Y si abandonamos la calle, ella no vuelve”. Eso dijo sin que se le cayera la cara de vergüenza. A esta altura se sienten tan impunes que ni siquiera ocultan sus oscuras intenciones partidarias.
El propio presidente Mauricio Macri dijo esta mañana que “en un momento difícil del país, elegimos trabajar mientras otros paran”.
Es que a Cristina y Hugo Moyano no los une el amor, sino el espanto que les produce la posibilidad de ir presos si es que el kirchnerismo no logra volver al poder. Cristina, que lo combatió tanto, lo elogia en su flamante libro y lo compara con Saúl Ubaldini que con 13 paros fue clave a la hora de desestabilizar a Raúl Alfonsín para que tuviera que adelantar la entrega del gobierno.
Siempre en nombre del pueblo y los trabajadores, el sindicalismo K fue y es un instrumento para ponerle palos en la rueda al presidente Macri y para ayudar a generar el suficiente caos y desesperanza para que apuntalen el triunfo electoral de Cristina. Tal como lo confesó Micheli.
El paro de hoy, tuvo claramente esa intención política antidemocrática y por eso fue apoyado solo por los sindicatos fervorosamente cristinistas. Ni la CGT, ni los colectiveros de la UTA, ni los ferroviarios ni los grandes gremios de servicio se sumaron a una medida de fuerza extrema que pretende deteriorar aún más la investidura presidencial en un momento muy complicado. Varias veces los Moyano cometieron el sincericidio de decir que querían voltear a Macri. Uno de los sindicalistas millonarios con mayor virulencia y fanatismo K se llama Pablo Biró. Alguna vez fue piloto de avión. Hace poco dijo que había que destituir al presidente. ¿Por hambre? De ninguna manera. Biró que hace años no conduce un avión gana la friolera de 400 mil pesos por mes. ¿Qué me cuenta? Toda la familia Moyano vive en mansiones que no pueden explicar ante la justicia.
Los cruces fuertes con Patricia Bullrich ya son un clásico. El más famoso fue cuando el camionero la trataba de piba y ella le decía que eran unos ladrones. ¿Se acuerda?
Esta vez, Patricia mostró los videos de los colectivos incendiados en un claro gesto criminal y dijo que no iba a permitir que cortaran las autopistas ni que cerraran los accesos a la Capital. Porque eso es un delito. Hacer paro y marchar por las calles es absolutamente constitucional pero bloquear las calles para disimular que no tuvieron el apoyo ni del gremio de los colectivos ni de los trenes es un grave delito.
Moyano entre confusos pensamientos recordó que Patricia Bullrich cuando era Montonera estaba de acuerdo con estos “reclamos legítimos”. No quedó clara la postura del dirigente sindical ante la organización armada Montoneros. ¿Los soldados de Firmenich en aquel entonces apoyaban reclamos legítimos o eran foquistas que utilizaban el crimen y los secuestros para imponer sus ideas? Porque Moyano en Mar del Plata fue famoso por denunciar a la izquierda desde sus posturas macartistas y el peronismo derechoso. ¿En qué quedamos?
Cristina ahora necesita a Moyano como fuerza de choque contra los jueces y medios de comunicación independientes. Y Moyano la necesita a ella para tener una carta taquillera en los comicios.
Apenas Cristina llegó de Cuba se dispuso a preparar el acto de lanzamiento de campaña en la feria del libro pero tomó contacto con varias novedades que la enojaron más que de costumbre. Veamos:
• El juez Claudio Bonadio, antes de tomarse 15 días de licencia para hacerse unos chequeos médicos, le reclamó a la editorial el contrato que firmó Cristina para su libro porque ella tiene embargados todos sus bienes. No importa que todavía no haya cobrado nada de anticipo. En algún momento va a cobrar.
• Margarita Stolbizer, la íntima enemiga de Cristina a la que insultó varias veces, pidió que se investigue si el lujoso crucero 5 estrellas que navega por el Lago Argentino no es propiedad de la ex presidenta. Figura a nombre del arquitecto Pablo Grippo que fue el que construyó casi toda su cadena hotelera pero el contador Víctor Manzanares denunció que Daniel Muñoz había dicho que ese inmenso barco lo pagaron con platas de las coimas K.
• Hablando del testaferro de la familia K, las autoridades de Turks and Caicos expropiarán las propiedades dignas de un magnate que Daniel Muñoz compró con plata sucia en esa isla paradisíaca.
De todos modos, la posibilidad de que Cristina sea nuevamente presidenta envalentonó a algunos que se trenzaron en los medios profundizando la grieta que divide al chavismo K de los demócratas republicanos de otros partidos.
Será posible que a medida que se acercan las urnas, las peleas sean cada vez más calientes, con más adjetivos y menos ideas. Incluso se dan puertas adentro de los distintos sectores. Juan Grabois fue muy duro pero esta vez no le tocó a Macri. Esta vez fue contra La Cámpora. Enojado dijo que los soldados de Máximo “se abusan del poder” para meter a sus amigos en las listas. “Es una camarilla de dirigentes sin base social ni representación pero que hace un uso abusivo del copyright de ser la fuerza de Cristina. ¿Qué dirá el santo padre que vive en Roma? ¿Qué dirá Cristina que lo recibe con mucha frecuencia pese a que los presos por corrupción del kirchnerismo no pueden ni ver a Grabois? Ahí hay una grieta entre supuestos cristinistas honrados y delincuentes K.
Esas diferencias que hay entre la tropa de Cristina se borran a la hora de combatir contra este gobierno pese a que falta tan poco tiempo para que hablen las urnas. Hoy fue uno de esos días en los que Cristina y Moyano son una misma cosa porque temen ir presos. Hoy el tiro les salió por la culata. El paro tuvo poca fuerza y los violentos mostraron su cara de la amenaza y el horror.