No al pacto de impunidad para Cristina – 15 de septiembre 2022

Muchos lo dicen en voz baja o apelan a eufemismos. Pero el único gurka que se atrevió a decirlo con todas las letras fue el senador formoseño José Mayans: “Si quieren paz social, paren el juicio de Vialidad”. Mayans no le tuvo miedo al “sincericidio”. Hace 21 años que es senador y sabe muy bien que lo que dijo, es una extorsión a la democracia. Es un discípulo del señor feudal, Gildo Insfran y sabe, igual que los Kirchner que nada es imposible cuando se está dispuesto a violar todas las leyes e incluso la Constitución Nacional.
Ayer hubo una reunión de la mesa chica de Cristina y estuvo acompañada por Sergio Massa, Máximo Kirchner y el propio Mayans. Es la punta de lanza de un proyecto de pacto de impunidad con la oposición que, me adelanto a decirle, que está condenado al fracaso. Es un intento que nació muerto. No hay un solo dirigente de la oposición que esté dispuesto a firmar nada que viole la división de poderes. Y Mauricio Macri, mucho menos. Primero porque cree que la consolidación democrática necesita el respeto irrestricto a las normas y segundo, porque es consciente que si lo hiciera, sería el final de su carrera política.
A este globo de ensayo hay que atribuirle las versiones que algunos periodistas comentaron respecto de un posible encuentro entre Cristina y Macri. No hay ninguna chance. En Juntos por el Cambio dicen que “Macri cometió errores y Cristina cometió delitos”. Es muy diferente.
De todos modos el plan de Cristina no se detiene. Quiere obligar a Macri a someterse a esa idea nefasta. ¿Y cómo lo hace? Ordenandole a su tropa que ataque con mayor virulencia al ex presidente y a sus amigos, sobre todo a los empresarios. Que empujen e industrialicen con chantajes y falsedades todo tipo de causas judiciales que involucren a Macri o a su gente más cercana. El Correo, el espionaje ilegal, las autopistas. Pretenden llenarlo de expedientes y citaciones en Tribunales para ofrecerle una especie de amnistía mutua. Quieren hacer borrón y cuenta nueva. Ellos garantizan que nadie más perseguirá judicialmente a Macri y le piden que se les garantice que nadie más perseguirá judicialmente a Cristina. Es un pacto espurio de imposible cumplimiento.
Mientras tanto, los jueces y fiscales del caso Vialidad, también están siendo hostigados de mil maneras. Directamente en la voz de Cristina o con sospechosos y sugerentes sucesos de los que nadie se hace cargo. Hasta ahora, ninguno funcionó.
El colmo del ridículo lo hizo Mariano Recalde en el modesto acto de Parque Lezama. Dijo que estaba preocupado por el avance del partido judicial y un seudo alegato de un fiscal imparcial (sic), injusto, provocador, violento, machista, misógino, amigo de Macri y jugador de un equipo inglés… no le faltaba una”.
Estaba tan enardecido Recalde que lo acusó de imparcial cuando quiso decir parcial y de ser amigo de Macri cuando jamás en la vida lo vió. Pero lo más bizarro es que le echa en cara que juegue en un equipo inglés porque se llama Liverpool, la ciudad proletaria donde nacieron los Beatles.
Da risa. Pero es para llorar. También metieron con parentescos forzados y cuestiones familiares. Otra víctima de estos presuntos carpetazos fue el juez Rodrigo Giménez Uriburu que denunció que le hackearon el teléfono celular en las últimas horas. Su compañero, el juez Jorge Gorini hoy fue intimidado con un paquete extraño en la puerta de su domicilio particular.
El escuadrón anti bombas lo hizo detonar en forma controlada y se trataba de una falsa alarma. Pero eso solo alcanzó para que todos vieran por las pantallas de la televisión el frente de la casa del magistrado. Hace un par de semanas, violaron una oficina y varios sobres con las declaraciones juradas de los bienes de los jueces.
Nada indica que el tribunal se deje asustar y no resuelva con total libertad e independencia, como corresponde, el monto de la pena que le van a dar a Cristina. Le recuerdo que el fiscal Luciani pidió 12 años por ser la jefa de la asociación ilícita dedicada a saquear al estado, y además, la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos y el decomiso de una suma multimillonaria producto de sus delitos.
Si analizamos todos estos datos, parece que a Cristina, pese a lo que ella gritó, no la absolvió la historia ni la justicia.
Los días pasan y se acercan las definiciones. Dicen que cuando le toque el alegato a su abogado defensor, ella misma se hará cargo de esa tarea. Hablará Cristina en su calidad de abogada para defender a Cristina en su calidad de acusada. Veremos si eso no se convierte también en un acto de presión e intimidación.
Todas las movidas que inventen están destinadas a caer en saco roto. Porque con jugadas políticas y extorsivas no se puede modificar la realidad. Y la realidad es que todos los Kirchner, sus amigos, testaferros y muchos funcionarios se enriquecieron en forma ilícita. Y eso no se puede olvidar ni perdonar.
José Manuel Ubeira, abogado de Cristina dijo que el alegato fue un permiso de cacería.
Se trata de una acusación irresponsable y falsa. Carece de racionalidad y le sobra ideologitis.
La consolidación de la democracia
republicana y de la paz social, solo se consigue con verdad, juicio, castigo y condena. Para todos los que cometieron delitos. Para la banda que quiso asesinar a Cristina. Y también para Cristina. Por eso el pacto de impunidad nació muerto.

Los mil días que hundieron a la Argentina – 14 de septiembre 2022

Parece una provocación de Alberto Fernández. Un video auto celebratorio para mojarle la oreja y humillar a millones y millones de argentinos que sufren este gobierno que es, claramente, el peor de la historia democrática. No solucionaron ninguno de los graves problemas que existían y generaron nuevas dificultades. Alberto es un presidente que no preside y que fue vaciado de contenido por Cristina y por su propia inutilidad. Sin embargo, intenta engañar a los ciudadanos con un spot de propaganda titulado “Mil días por Argentina”, “Primero la gente”. Es un compendio de falsedades. Podría ganar el Oscar al mejor corto publicitario de ficción. Cuesta encontrar una verdad, como cuesta encontrar un acierto en este desastre producido por Alberto, Cristina y Massa. ¿Alguno de los alcahuetes que lo rodea le habrá aconsejado semejante payasada para recuperar la centralidad? ¿Se creen que la gente es tonta? El tuit de Daniel Sabsay resume como pocos un pensamiento generalizado. Dice así: “Presidencia ha efectuado un informe sobre los mil días de gestión. Pinocho dice que tiene la tranquilidad del deber cumplido. Parece un alucinado en un mundo de fantasía, ignora una realidad de pobreza, indigencia, jubilaciones de hambre, inflación, recesión, inseguridad”.
Alberto dijo que tenía miedo de convertirse en un títere de Cristina y fue mucho peor. Fue un espantapájaros y, a esta altura, es un holograma, sin agenda y sin ideas que mancilla la investidura presidencial.
Hoy conocimos la terrible inflación de agosto. Las consultoras calculan que a fin de año llegaremos al estremecedor porcentaje del 100%. Eso es como decir que estaremos a las puertas del infierno y a la hecatombe de la economía. El FMI ha dicho que esa inflación es “devastadora”. ¿Eso es haber cumplido con los que están más abajo? ¿Eso es ayudar a los últimos, como dijo Alberto en sus discursos? ¿O no sabe que el que más sufre el descalabro inflacionario es el que menos tiene?
Alberto nos agota cuando pone como excusa la pandemia y la guerra. Solo Venezuela tiene más inflación que nosotros en la región. Uruguay, Paraguay, Perú, Bolivia, Ecuador no llegan a un punto mensual. Brasil tuvo deflación. ¿No tuvieron pandemia ellos? ¿No les impactó la invasión rusa? Hoy mismo, Alberto en un acto dijo que “gran parte de la inflación deriva del contexto mundial”. Basta de sarasa, por favor.
Mis críticas son contra el presidente, porque es el que aparece como protagonista excluyente en el video. Pero no se puede exculpar de lo que nos pasa ni a Cristina que es la jefa de todos y la principal victimaria y a Sergio Massa que le ayudó a ganar las elecciones a Cristina y hoy va a contramano de su proyecto chavista. Solo basta escuchar a Hugo “Cachorro” Godoy, el sindicalista de la CTA que convocó a una marcha para repudiar la política económica y al FMI mientras Massa estaba a los abrazos con esos muchachos.
Este es un gobierno autoritario que apunta sus cañones contra la justicia, la oposición y los periodistas con el fin de lograr la impunidad que tanto espera y desespera a Cristina. Este es el gobierno que se robó las vacunas y que vacunó a sus dirigentes y militantes, el que hizo una festichola vip en Olivos, el que no tuvo ni la más mínima sensibilidad con los familiares de las casi 130 mil víctimas del Covid y de la mala praxis con las vacunas, el que saltó a la yugular de medio mundo tratando de usar políticamente el repudiable y despreciable atentado contra la vida de Cristina. Podría seguir horas recordando su falta de empatía con los jubilados o el ajuste brutal sobre los discapacitados. O el ataque permanente la Corte Suprema o a los jueces y fiscales que juzgan a Cristina. Los acusan de tener un pariente y bla bla o de jugar al fútbol en una cancha de la quinta de Macri, pero en Santa Cruz violan groseramente la Constitución. Designaron con la prepotencia del número como miembro del Superior Tribunal a un amigo de Máximo de la infancia, aportante de campaña y ex ministro de Alicia. Se llama Fernando Basanta y está para el record Guiness porque es abogado pero no tiene ni matrícula porque jamás ejerció como tal.
Esa es la justicia adicta que quieren para todo el país.
Pero algunos necesitan números para debatir con datos. En estos mil días además del 100% de inflación anual que se viene hay que registrar los 20 millones de pobres, las 20 mil pymes fundidas, los dos años sin clases, los casi 5 millones de pesos por mes que cobra de jubilación de privilegio Cristina. ¿Quieren más datos? En estos mil días de horror, la deuda pública creció más de 100 mil millones de dólares. ¿Escuchó bien? Cien millones de dólares por día es el ritmo de endeudamiento de un gobierno que repudia a los que tomaron deuda. Son hipocresía más cinismo. Pajarita en Twitter fue a fondo: “Con el ajustecito de Macri, tiraron 11 toneladas de piedras. Con el ajustazo kirchnerista, toman whisky en la embajada.
En estos mil días horrorosos que para Alberto son gloriosos, no hay que olvidar las relaciones carnales con dictadores venezolanos, cubanos y nicaragüenses, ni los presos que dejaron libres por miles durante la pandemia mientras cerraban las escuelas. En pocas palabras. Son mil días que hundieron a la Argentina.

La avenida del medio es muy angosta – 13 de septiembre 2022

Marcos Juárez es una ciudad cordobesa, pero también, es un canto al trabajo productivo, al esfuerzo, la innovación y el mérito. Todo lo contrario a los valores negativos y tóxicos que instaló y que quiere seguir instalando el kirchnerismo. Les propongo utilizar las elecciones del domingo como una suerte de probeta para analizar algunos fenómenos que pueden marcar ciertos lineamientos a nivel nacional. Son conjeturas, aproximaciones. En política no hay verdades reveladas. Tal vez sean útiles para reflexionar sobre lo que se viene.
La victoria en las urnas de Sara Majorel y de Juntos por el Cambio fue realmente abrumadora. Marcos Juárez, en 2014, fue la cuna de esa coalición. Esta vez se premió una gestión exitosa y honrada de Pedro Larrosa, el actual intendente y se castigaron por lo menos, tres cuestiones, a saber:
1) Se castigó al kirchnerismo en todas su formas. No pudieron ni siquiera presentar una lista propia. Sus simpatizantes apoyaron, porque no tenían otro remedio, la lista apadrinada por el gobernador peronista Juan Schiaretti. Ya se sabe que Córdoba es una provincia fuertemente anti kirchnerista. En este caso, a los votos de Majorel, seguramente hay que sumarle muchos sufrgios que recibió Verónica Crescente que también militaba en el PRO hasta que pegó el salto. Se podría calificar a esos votantes como peronistas históricos o tradicionales no K o cordobesistas. Parte de ellos jamás votaría a Cristina.
2) Se castigó a los encuestadores. Una vez más quedaron en ridículo en una elección con tan pocos votantes. A esta altura, las consultoras deberían revisar su metodología, sus expresiones de deseo y sus negocios con los partidos que las contratan.
3) Se castigó a Schiaretti y a la presunta “ancha avenida del medio”. El gobernador de buena imagen y gestión, y alguno de sus principales asesores, insisten con un camino que ya fracasó varias veces. Una vez más, la ancha avenida del medio demostró que cada vez es más angosta y testimonial. Tienen una lectura equivocada de la etapa política que vive la Argentina. La grieta o la fractura social expuesta se profundiza y se devora cualquier otra opción. Pasa en la política, pasa en los medios y hasta en las familias. Es doloroso pero real. Ignorar esa realidad es hacer un diagnóstico equivocado. Hoy la política gira alrededor de lo que generan dos liderazgos: Juntos por el Cambio y Cristina. Mucha gente podrá protestar y no gustarle esta situación pero, insisto, es la realidad. Hay que saber diferenciar la contradicción fundamental de las secundarias. Y esa es la materia prima sobre la que tienen que trabajar los que se propongan superar esta etapa. Para transformar algo, primero hay que identificarlo con precisión. No hay un buen remedio si no se conoce la enfermedad.
Y ambos liderazgos, ambas propuestas, son absolutamente diferentes. Antagónicas. Cristina y Juntos por el Cambio son el agua y el aceite. El día y la noche. Pero hay una sola que pretende dinamitar las reglas del sistema democrático y republicano: Cristina. La única solución es derrotarla electoralmente hasta convertirla en una opción sectaria de poco peso electoral. Tratar de proscribir a Cristina es otra equivocación grave. Se victimizaría y su mito sería cada vez más potente: una especie de Evita, perseguida por los poderosos. Por supuesto que el intento de asesinato a Cristina, por parte de este grupito de delincuentes energúmenos y lúmpenes despreciables, merece el castigo de todo el peso de la ley. La pena debe ser durísima. Hay que llegar a fondo y ubicar a todos sus cómplices para que nunca más nadie piense que en democracia se pueden utilizar las armas como instrumento político. Nunca Más, es un contrato que los ciudadanos firmamos en 1983 con Raúl Alfonsín como garante. Y Nunca Más los violentos armados deben ser los cimientos para construir una democracia más justa, con menos pobreza y más libertad.
Cristina no cree en el estado de derecho. Por eso quiere voltear a la Corte Suprema y convertirla en un tribunal adicto. Cristina no cree en el pluralismo y la alternancia democrática. Por eso se negó a entregar los atributos de mando al presidente Macri. Cristina no cree en la libertad de prensa y por eso, todo el tiempo pone a los medios en el lugar de los enemigos y nunca descarta una nueva Ley de Medios. Cristina no cree en la convivencia entre distintos. Por eso junto a Néstor introdujeron el odio y la división neo populista. Su deriva y sus amigos son chavistas.
La mayoría de los ciudadanos ya se dio cuenta. Y por eso, sigue cayendo en todas las encuestas. Son las urnas las que tienen que confirmar estas teorías. Pero hay peronistas de libro como Miguel Angel Pichetto o Joaquín de la Torre que ya lo comprendieron. Una vez que el peronismo logre liberarse del sometimiento de Cristina, tal vez vuelva la posibilidad de que cada agrupación juegue su partido en forma individual. Por ahora, las construcciones en el aire como las que sueña Facundo Manes son pura imaginación y sarasa.
Aquellos que crean que el futuro de la Argentina será más próspero, racional y plural sin el protagonismo clave de Cristina deberían unirse pese a sus diferencias. Una vez superada esta etapa, todos podrán volver a sus individualidades y raíces. Esto achica los caminos, estrecha los espacios y eso no es bueno. Pero Cristina diseñó el escenario y es con ella o contra ella. Por ahora no hay otra alternativa.